Eva Parera Aspirante a la RFEF
OPINIÓN

Crisis en la RFEF: Abrir el paracaídas

Sede de la RFEF en Las Rozas.
Sede de la RFEF en Las Rozas.
Diego Radames
Sede de la RFEF en Las Rozas.

Si hay una verdad inmutable que todos conocemos es que cuando algo empieza mal, suele terminar mal. Las huidas hacia adelante jamás han llevado a nada bueno y hoy el fútbol español vive atónito una situación que va a llevarse a muchas personas por delante como nadie sea capaz de reconducirla. De nada sirven las llamadas de socorro a la FIFA si desde el propio estamento y el CSD nadie es capaz de asumir cómo se ha llegado hasta aquí y cuáles son los sacrificios necesarios para salir del atolladero.

La semana pasada, a pesar de las múltiples voces pidiendo que alguien externo viniera a tomar las riendas de la RFEF, prácticamente todos los miembros que componen la Federación decidieron renovar la confianza en aquellos que les llevaron a una situación de caos. Inexplicable, dirán ustedes. No tanto. No desdeñemos el dicho de más vale malo conocido que bueno por conocer en un estamento tan cerrado. El problema es que lo malo conocido llevaba irremediablemente a la RFEF al precipicio. Manos a la cabeza, cuando tan solo 24 horas después de haber emitido los avales, el candidato elegido era imputado por corrupción.

Nadie es capaz de asumir cómo se ha llegado hasta aquí

Poco ha tardado el TAD en abrir expediente de inhabilitación al candidato y a la comisión gestora después de dicha imputación; y mucho me temo que vamos a otras elecciones a una presidencia temporal. Otros meses preciosos perdidos.

Harían bien las federaciones territoriales en asumir la gran pérdida de tiempo y prestigio que estamos viviendo, sobre todo porque ello les dificulta su elección como subsedes del Mundial 2030. Algunos valientes me tendieron la mano hace una semana. ¿Sumamos más valientes y nos ponemos a trabajar? Aún podemos abrir el paracaídas.

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