El yeti y su leyenda en Nepal: huellas, historias y avistamientos... aunque sin confirmación

Huella de un posible yeti.
Huella de un posible yeti.
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Huella de un posible yeti.

El diario nepalí The Himalayan Times publicó este lunes 1 de abril que el 'Hombre Abominable de las Nieves', conocido también por la denominación 'Yeti', acababa de ser designado oficialmente como uno de los símbolos oficiales de Nepal, afirmando asimismo que este aparecería en adelante impreso en una de las monedas del país. El rotativo hacía referencia también a varios organismos nacionales e internacionales que daban la bienvenida a esta decisión. Por lo visto, también se había confirmado que en los aviones de la línea aérea nacional aparezca el símbolo de Yeti, ese animal-humano que es un ser gigantesco, una especie de simio gigante bípedo, el guardián oficial del Himalaya.

Por supuesto, al haber sido publicado el día 1 de abril ya sonaba rara la noticia. El editor admite al final del texto que ha sido una de estas bromas que de costumbre se hace el primer día de abril. Sin embargo, la verdad es que no sería descabellado si Nepal eligiera a Yeti como símbolo cultural porque a lo largo de la historia del alpinismo algunos exploradores, alpinistas e incluso habitantes de las regiones montañosas dicen haber visto alguna vez a esta criatura enigmática.

Ya en 1832 un representante del gobierno británico en Nepal habló de un animal raro y enorme, sin cola, que se ajustaba a la descripción del Yeti. En las décadas posteriores el tema seguía siendo muy presente, y varios testigos dijeron haber avistado a estos extraños seres y sus huellas en diferentes partes del Himalaya. Al mismo tiempo, en otras cordilleras altas del mundo se fraguó la misma leyenda de encuentros, señales y huellas de seres parecidas. El propio Reinhold Messner, alpinista italiano destacado, durante más de una década estuvo buscando al Yeti en el Himalaya, y cantidad de expediciones se organizaron con el mismo objetivo.

Una de las pruebas más interesantes de la posible existencia del Yeti data de 1951 cuando tuvo lugar la primera expedición a la zona de Gaurishankar, una montaña de 7.134 metros, que se encuentra en la frontera entre Nepal y Tíbet. Los británicos Eric Shipton, Tom Bourdillon, Bill Murray, W.H. Ward, junto a sus amigos nepalíes Tarkay Sherpa y Tenzing Norgay (este último dos años más tarde realizaría la primera ascensión del Everest junto a Edmund Hillary), estuvieron buscando una ruta de aproximación idónea al Everest, y determinaron que la mejor de ellas sería cruzando la zona de Rolwaling desde el suroeste.

Durante esa larga expedición que empezó en el verano de 1951, un día, el 8 de noviembre, el famoso explorador Eric Shipton estaba justo cruzando junto a Ward y Norgay un paso de montaña cuando descubrieron unas huellas muy grandes. Norgay enseguida las identificó diciendo que esas huellas pertenecían al Yeti, y comentó a sus colegas que ya no era la primera vez que las veía.

Norgay alegó además que una vez él había visto al gigante Yeti incluso a 20 metros de distancia. El pequeño equipo empezó a seguir las huellas grabadas en la nieve durante más de un kilómetro, pero las pisadas de repente cesaron al borde de una grieta. En petit comité los exploradores llegaron a la conclusión de que el Yeti habría saltado por encima de aquella grieta, así que renunciaron a indagar más y siguieron con su expedición. 

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