Manuel Ruiz de Lopera, icónico presidente del Real Betis entre los años 1992 y 2010, ha fallecido durante la madrugada del sábado al domingo 24 de marzo debido a sus graves problemas de salud que llevaba arrastrando durante ciertos meses.
El sevillano, que era el menor de una familia de 18 hermanos, se convirtió en uno de los empresarios más poderosos de la última década del siglo XX en la capital hispalense. Lopera, en un primer momento, se dedicó a la ingeniería de canales, pero terminó en el mundo de los negocios, lugar donde se hizo un hueco para dejar su huella tan característica.
Su leyenda comenzó a fraguarse adquiriendo una pequeña tienda de electrodomésticos hasta que, años después, terminó convirtiéndose en prestamista. A partir de ese momento, acumularía suficiente dinero para convertirse en el accionista mayoritario de un Betis que estaba al borde de la desaparición por la Ley del Fútbol de 1992.
A los 20 años de edad, más concretamente el 21 de septiembre de 1964, Manuel Ruiz de Lopera contrajo matrimonio con Isabel López Pérez. "Se puede decir que nos conocimos en el Villamarín", añadió la mujer del expresidente en el año 2002. La pareja no tuvo hijos, pero sí un sobrino con el que gestionó parte de sus negocios a lo largo de su vida: Javier Páez Ruiz de Lopera.
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