El Comité Técnicos de Árbitros de la RFEF ha emitido un comunicado respondiendo a la denuncia del Real Madrid al árbitro Juan Martínez Munuera por los hechos ocurridos en el partido contra el Osasuna el pasado sábado. Todo ello porque, según el equipo blanco, el colegiado no recogió en el acta del partido los insultos a Vinícius Júnior.
Según el escrito del CTA las acusaciones del club de Ancelotti son "injustas". Según el organismo, los supuestos gritos o cánticos por parte del público al jugador no se escuchan en los audios del partido.
"Debemos aclarar que, una vez revisados los audios del partido, no se escucha ninguna indicación de jugador alguno del Real Madrid C.F. sobre esta cuestión ni, finalizado el partido, el delegado del club puso en conocimiento del árbitro incidente alguno relacionado con estos gritos o cánticos, tal y como le faculta el artículo 258, sobre los delegados de club, del Reglamento General de la RFEF", recogen en el comunicado.
Asimismo, el CTA alega que el árbitro solo "puede incluir en el acta aquellos incidentes ocurridos antes, durante y después del encuentro en el terreno de juego o en cualquier otro lugar de las instalaciones deportivas o fuera de ellas". Todo ello, "siempre que haya presenciado los hechos o, habiendo sido observados por cualquiera otro/a de los/as miembros del equipo arbitral, le sean directamente comunicados por él/ella mismo/a".
En el comunicado también se aclara que el organismo siempre recoge en sus informes todos aquellos insultos que pueda escuchar su informante: "El Real Madrid desconoce que el Oficial Informador del partido, sí reflejó en su informe aquellos incidentes de público que consideró significativos, cumpliendo en la lucha contra la violencia, el racismo y la xenofobia que le otorga el Reglamento General de la RFEF".
Contra la violencia, racismo, xenofobia e intolerancia
También recalcan que los primeros interesados en terminar con cualquier tipo de violencia dentro del fútbol son ellos: "El CTA quiere significar que es el mayor implicado en la lucha contra todo tipo de violencia, racismo, xenofobia e intolerancia. Es uno de los firmantes del Protocolo contra el racismo en el fútbol, de marzo de 2005, en el que se compromete a reflejar todo tipo de ofensas racistas en las que tomen parte tanto los participantes como el público; a la paralización o interrupción momentánea de partidos cuando se produzcan conductas racistas, xenófobas o intolerantes; y a la suspensión del partido, agotando las vías dirigidas a lograr que prosiga su celebración, cuando los árbitros consideren que las ofensas o conductas racistas, xenófobas o intolerantes revistan suma gravedad".
"El Comité Técnico de Árbitros está abierto a encabezar, participar o colaborar en cualquier iniciativa que los estamentos del fútbol designen para combatir y erradicar la violencia, el racismo, la xenofobia o la intolerancia en nuestro deporte. Los árbitros somos los principales destinatarios de la violencia verbal y física que se produce en todos los campos de fútbol y, por ello, los máximos interesados en expulsarla del fútbol", concluye el comunicado oficial.
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