La dura autocrítica de Saúl tras eliminar al Inter: "Es un momento de mierda para mí a nivel deportivo y soy consciente…"

Saúl Ñíguez regresando de fallar su penalti ante el Inter.
Saúl Ñíguez regresando de fallar su penalti ante el Inter.
Denis Doyle
Saúl Ñíguez regresando de fallar su penalti ante el Inter.

El Atlético de Madrid y todo el Metropolitano celebró eufóricamente el pase a los cuartos de final de la Champions tras eliminar al Inter en los penaltis. Sin embargo, el rojiblanco Saúl Ñíguez no estaba disfrutando como el resto tras fallar su lanzamiento desde los once metros.

Nada más abandonar el terreno de juego, consciente de su mala temporada, el futbolista ilicitano publicó un duro mensaje en las redes sociales haciendo autocrítica en un momento que debía ser de felicidad plena para él y sus compañeros.

"Sinceramente es difícil para mí escribir en estos momentos, pero igual que escribo en las buenas hay que hacerlo en las malas. Es un momento de mierda para mí a nivel deportivo, y soy consciente... Acepto todas las críticas y no solo por el penalti de hoy sino por cómo estoy en estos momentos", arrancó diciendo el centrocampista.

"Exactamente no se qué es, pero lo único que me han enseñado es a seguir trabajando en las buenas y en las malas, hasta conseguir cambiar la situación. Gracias por estar en las buenas y en las malas. ¡Aúpa Atleti!", sentenció.

Un penalti fallado que pudo ser decisivo

Estas palabras de Saúl Ñíguez llegaron después de errar uno de los penaltis que el Atlético de Madrid lanzó frente al Inter. El canterano fue el encargado de enfrentarse a Sommer en el segundo lanzamiento, después de que precisamente Alexis Sánchez fallase el suyo y diese así ventaja al club rojiblanco en la tanda.

El guardameta suizo paró el el disparo de Saúl y él, consciente de las críticas que estaba recibiendo por parte de la grada, se limitó a señalarse la camiseta con rabia, lo que fue la antesala de esos duros tuits de después.

Finalmente, el error de Saúl no fue determinante para el Atlético de Madrid, que vio como Oblak se hacía gigante bajo los palos de la portería para atajar dos penaltis y Lautaro Martínez mandó el suyo, el quinto, a las nubes del Metropolitano.

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