El francés Benoît Saint Denis partía como favorito en las apuestas para la pelea coestelar de UFC 299 a pesar de enfrentarse contra toda una leyenda de la UFC. Sin embargo, Dustin Poirier sacó sus galones y consiguió la victoria con un brutal KO en una pelea salvaje de principio a fin.

En el primer asalto, la estrella francesa salió como una bestia, demostrando por qué se ha convertido en uno de los luchadores más mediáticos de la UFC. 'El dios de la guerra' se paró a intercambiar con Porier, que intentó una guillotina en los primeros compases del pleito. Fue un round de ritmo frenético, muy igualado, con mucho volumen de golpes y varios intentos de sumisión.

Durante el descanso, Poirier recibió instrucciones claras en su esquina, donde le indicaron que se ciñera al plan: boxeo y low kicks. Pero, por algún motivo, el de Luisiana —a pesar de las indicaciones de su entrenador— se empeñaba en intentar guillotinar a su rival. Así ocurrió al comenzar también el segundo asalto donde tras conectar al francés, volvió a intentarlo con desacierto y quedó por debajo, donde el francés cogió su espalda para finalizarlo con un mataleón. Entonces, tras unos segundos en los que parecía que 'el Diamante' había echado a perder la pelea, consiguió recuperar la posición.

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Ya arriba, Poirier conectó primero un crochet de izquierda que hizo tambalearse al 'Dios de la guerra', y justo después fue una brutal derecha directa al mentón la que tumbó a Saint por primera vez en su carrera.

Sufrió mucho Poirier para sacar el combate adelante con un rival que demostró estar a la altura del reto. Sin embargo, el estadounidense dejó claro por qué es uno de los mejores de la división del peso ligero. 'El Diamante' venía de una derrota dolorosa frente a Justin Gaethje, que lo noqueo con un espectacular high kick y lo dejaba sin el cinturón BMF. Con esta espectacular victoria, el estadounidense consigue recuperar sensaciones. Poirier sale de esta pelea con un récord de 30-8 y 15 victorias por nocaut, se mantiene en el tres del ranking y acaba de un plumazo con el hype en torno a Saint Denis.