El Real Madrid se mete en cuartos de la Champions con mucho sufrimiento y pidiendo la hora ante el Leipzig

Vinícius celebra su gol en la Champions frente al Leipzig
Vinícius celebra su gol en la Champions frente al Leipzig
J.J. Guillén
Vinícius celebra su gol en la Champions frente al Leipzig

La peor versión del Real Madrid logró una sufrida clasificación para los cuartos de final de la Champions, agarrado al 0-1 de la ida con un empate (1-1) ante el Leipzig en un partido plenamente dominado por los germanos, que merecieron más y rozaron la que hubiera sido la gran sorpresa del torneo. Como en Alemania, de nuevo un partido soberbio de Lunin y una genialidad en ataque –cuando Bellingham encontró a Vinícius– salvó a un equipo ramplón y perdido que mucho deberá mejorar si quiere hacer algo en la máxima competición continental.

Ancelotti sorprendió con un planteamiento conservador, miedoso, renunciado a uno de sus atacantesRodrygo fue el damnificado– para apostar por un centrocampista más en busca de un mayor control del partido. La jugada no le pudo salir peor a Carletto, que ha tenido días mejores en todos los sentidos.

El Leipzig salió con las ideas más claras y pronto amenazó la meta madridista con veloces y precisas contras. El gran susto llegó con un mano a mano de Sesko ante Lunin que ganó el portero ucraniano, aunque la jugada fue invalidada por fuera de juego.

Los germanos llegaban en oleadas. Primero fue un remate de Openda que se fue desviado por no demasiado, después uno de Xavi Simons que se topó con Lunin. Y luego, tras un córner, un remate que se perdió lamiendo uno de los palos del meta ucraniano.

El Real Madrid estaba desconcertado, encajando golpes sin encontrar respuesta y sin poder replicar. Apenas un par de intentonas de Vinícius crearon algo de incertidumbre a un Leipzig que no se esperaba tan poca producción ofensiva de su rival.

El descanso fue un bálsamo para el conjunto blanco, desbordado por el quinto de la Bundesliga y que se llevó la reprimenda de un Bernabéu muy enfadado con lo que estaba presenciando y que lo demostró con una sonora pitada. Eso sí, el empate –triunfo en el global de la eliminatoria– era una buena noticia.

Ancelotti reaccionó pronto y Rodrygo comenzó la segunda parte en el lugar de un desafortunado Camavinga, pero nada más reanudarse el choque la tuvo Openda en un fallo de Lunin que enmendó el propio guardameta blanco.

El Leipzig siguió siendo valiente, pero ahora el Real Madrid sí que amenazaba la meta rival con la dupla brasileña de su ataque muy activa y con Bellingham en su posición ideal. Y así llegó el gol, con una genialidad del inglés, que dejó solo a Vinícius para que el ‘7’ fusilara la meta alemana y abriera el marcador.

El gol no aplacó el ímpetu alemán ni logró que el Madrid le diera al pausa, con un Leipzig que seguía llegando con excesivo peligro hasta lograr el tan merecido gol tan solo tres minutos después. Tras una secuencia de ataques, un centro desde la izquierda lo remató Orban adelantándose a Nacho para empatar y dejar la eliminatoria en el aire.

El empate dejó aturdido al conjunto blanco, que solo pudo entonces defender, achicar balones... y encomendarse a Lunin. El ucraniano detuvo el asedio alemán con varias paradas salvadoras, mucha seguridad y salidas a tiempo.

Los últimos minutos fueron una agonía, con el Madrid colgado del larguero y rezando para que el colegiado señalara el final del partido. Dani Olmo, en el descuento, provocó el último infarto a la grada, que respiró con el pitido final y lo único positivo del día, el billete para cuartos.

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Real Madrid - RB Leipzig, en directo: última hora y goles de los octavos de la Champions
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