La Fórmula 1 es el deporte más tecnológico del mundo. El techo de gasto actualmente es de unos 125 millones de euros por equipo en cada temporada, y la mayoría están dispuestos a gastar mucho más. Más de 60 trabajadores viajan con la escudería cada fin de semana (y cientos que se quedan en casa), y aun así, algo tan simple como una alcantarilla puede arruinarlo todo.
La sesión matutina del segundo día de los test de pretemporada de Fórmula 1 ha sido cancelada por una alcantarilla que ha dañado el fondo plano del Ferrari de Charles Leclerc al pasar por el piano exterior de la curva 11 del Circuito Internacional de Bahréin.
Una alcantarilla ataca de nuevo 🥴
— DAZN España (@DAZN_ES) February 22, 2024
Hamilton y Leclerc pasaron por encima de la tapa y provocaron la bandera roja 🚩#F1Testing 🏁 pic.twitter.com/uTuO0jB3z0
No es la primera vez que sucede algo así, pues durante el Gran Premio de Las Vegas de 2023, el Ferrari de Carlos Sainz impactó de manera espectacular contra una alcantarilla suelta en la larguísima recta del circuito urbano situado en Nevada. La colisión obligó al madrileño a cambiar su batería, por lo que recibió una sanción de diez posiciones en la parrilla de salida, y los primeros entrenamientos libres fueron suspendidos.
No se trata del único precedente, pues en el Gran Premio de Azerbaiyán de 2019, George Russell se vio obligado a retirar su Williams en la primera sesión de entrenamientos libres, también por una alcantarilla que se levantó y destrozó su monoplaza.
Hasta estos test de pretemporada, la mayoría de percances relacionados con alcantarillas habían sucedido en trazados urbanos, debido a tapas metálicas mal soldadas y revisadas, pero la aparición de estos percances en circuitos permanentes reabre el debate sobre la infraestructura de la Fórmula 1, y la capacidad de la FIA para garantizar la seguridad de los pilotos incluso en entornos más controlados.
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