Ilia Topuria entró este domingo en el reducido grupo de deportistas españoles (junto a Seve Ballesteros, Fernando Alonso, Pau Gasol...) que rompieron las barreras de su propia disciplina e hicieron vibrar a todo el país con una disciplina muy alejada del imaginario colectivo, las Artes Marciales Mixtas (MMA), y tras su éxito, el luchador de origen georgiano nacido en Alemania insistió en su deseo de agradecer y mostrar todo su cariño a su país adoptivo con un emotivo discurso que no tardó en viralizarse.

Lo pronunció ante los micrófonos de ESPN tras la pelea, ya con el cinturón de campeón en sus manos: "Vamos España, vamos Alicante, prendan fuego esta noche, beban por mí, diviértanse por mí. Gracias a todos por el apoyo les quiero un montón y me llena de orgullo el poder haber devuelto una pizca de todo el amor que he recibido de España", agradece antes de repasar su historia personal.

"Llegué allí con mis padres cuando tenía 15 años y nos acogieron como a unos más, vamos España, es mi casa y no puedo esperar a volver allí", añade el guerrero que llegó junto a su hermano al Climent Club de Alicante sin apenas saber formar una frase en español. 

El corte de vídeo no tardó en hacerse viral en redes, donde muchos de sus seguidores aplaudieron el sentimiento de Topuria hacia España que en todas sus entrevistas trata de recalcar. Eso sí, esas palabras apenas fueron uno de los muchos guiños que dejó en la mejor noche de su carrera dentro de un octógono.

Besos a la bandera y una 'banda sonora de Banderas'

Las muestras de ese amor de Topuria a España declarado en cada intervención pública empezaron desde el primer momento de la noche, justo en su entrada al pabellón, momento para el que eligió como banda sonora 'La canción del mariachi', interpretada por el grupo musical 'Los Lobos' y el actor español Antonio Banderas para la película Desperado.

Precisamente en esa entrada se puede observar al luchador interactuar con el público, en concreto al señalar una de las banderas españolas que un aficionado desplegaba en uno de los bordes del pasillo de acceso al escenario de la lucha.

La bandera, siempre presente en sus fotos con el cinturón, volvió a tomar protagonismo al final del combate cuando, aún aturdido, la besó antes de abandonar el octógono ya como campeón tras tumbar a Volkanovski.