El Día de los Enamorados ha arrancado para Mercedes con el acto de presentación de su nuevo monoplaza para la temporada 2024, la última en la que Lewis Hamilton defenderá los colores de la escudería germana antes de poner rumbo a Ferrari en 2025.
El W15 confirma el cambio de rumbo en el equipo, que abandona definitivamente su apuesta por un coche sin pontones para montar un nuevo chasis. No es la única diferencia que presenta la nueva arma de Mercedes, que monta nueva caja de cambios, nuevo suelo y modifica la suspensión trasera, que pasa a ser push-rod.
"Hemos trabajado duro para asegurarnos de que ambos ejes, pero especialmente el trasero, mantienen un mejor control del neumático que en el W14", ha explicado el director técnico, James Allison, que ha señalado que "también hemos hecho algunos ajustes en áreas en las que teníamos margen de mejora, como el efecto del DRS y el rendimiento en las paradas en boxes".
Respecto al nuevo suelo, del que depende gran parte del rendimiento del monoplaza sobre el asfalto, el ingeniero ha apuntado que "creemos que hemos pasado un buen invierno, pero la F1 es un juego relativo y sólo el tiempo dirá hasta qué punto hemos avanzado".
Mercedes también ha trabajado para mejorar la fiabilidad de la unidad de potencia y en su "eficiente integración" con el chasis y la caja de cambios, especialmente en una temporada con 24 carreras. "Con el calendario más largo de la historia de la F1, nuestra capacidad para crear los motores más fiables y competitivos de la historia de la F1 es muy importante", ha asegurado Hywel Thomas, Director General de HPP.
Además, el plateado, desaparecido en los últimos años en detrimento del negro para reducir el peso del coche, vuelve a su livery —con un degradado al negro y mezclado con el azul de Petronas— por el noventa aniversario de las 'flechas plateadas'.
Comentarios