Este lunes dio comienzo el proceso judicial contra Dani Alves por su presunta agresión sexual a una joven en una discoteca de Barcelona, la primera -de tres- jornadas de juicio, en la que la víctima, su amiga y su prima reafirmaron su versión en duros testimonios que ya han salido a la luz.
La primera en comparecer fue la propia víctima. Lo hizo a puerta cerrada para preservar su intimidad y fue grabada con la voz distorsionada para evitar que se pueda desvelar su identidad si más adelante se filtra la declaración. Poco más de una hora duró su testimonio, que aún no ha visto la luz, pero en el que ya se sabe que ratificó su versión, según fuentes presentes en el proceso.
Diferente ha sido el caso de una de sus amigas presente en la discoteca Sutton de Barcelona aquella noche, cuyas palabras del turno de declaración posterior al de la víctima sí han salido de la sala del juzgado.
En su turno de palabra, la amiga de la denunciante contó que Alves y su amigo insistieron en que fueran a su mesa, donde ya había otras dos chicas, y cuando finalmente accedieron notó en el jugador una "actitud babosa".
"En el momento que le saludé, para darle un beso me agarró la cara, y para darle el segundo beso no pude porque me estaba agarrando mucho, con una actitud babosa. Tenía la mano por la espalda y la bajó, casi me toca el culo", explicó la joven sobre su primer contacto con Alves.
También relató que la prima de la denunciante, que también salió de fiesta con ellas esa noche, después de saludar a Alves se acercó a ella y le dijo: "Me acaba de tocar todo el coño".
Al cabo de un rato, el jugador se fue hacia unas escaleras -donde ella no sabía que había un baño- y la víctima lo siguió; unos minutos después, la prima de la denunciante la avisó con un mensaje de que "algo malo había pasado" y la víctima necesitaba irse.
Me ha tocado todo el coño
"Se cogía las manos y decía: 'Me ha hecho mucho daño, se ha corrido dentro'", y ha añadido que no supo cómo reaccionar, solo llorar con ella y animarla a denunciar mientras los trabajadores de la discoteca activaron el protocolo de agresiones sexuales.
La amiga de la denunciante también narró como ella y su prima la alentaron a presentar una denuncia: "Le dijimos que tenía que denunciar esto. Ella solo decía 'Se van a pensar que esto lo hago por dinero'. Yo intentaba calmarla en todo momento porque ella se quería ir a casa. 'No me van a creer', repetía".
"Nos costó horrores que denunciara. No quería. Estaba en shock", declaró, y relató textualmente que "actualmente está muy mal, ha perdido muchísimo peso, está ansiosa, ha reducido su círculo de amigos, y cuando está en cualquier sitio está pensando que la están mirando, le están haciendo fotos o la están siguiendo".
La controvertida pregunta de la abogada de Alves
Durante su turno de interrogatorio, la abogada de Alves, Inés Guardiola, preguntó a la testigo si la denunciante solía tener sexo con desconocidos y, tratando de poner en duda la explicación de la víctima, le cuestionó si recordaba que en un primer momento contó que la agresión consistió en tocamientos, a lo que la testigo alegó no recordar estos detalles.
También explicó que su amiga recibe tratamiento psicológico desde la agresión y psiquiátrico desde que la madre del futbolista, Lucía Alves, publicó imágenes de ella en redes sociales, en una publicación que ya ha retirado tras ser denunciada.
La prima de la víctima confirma los hechos
Tras la declaración de la víctima y la de su amiga, llegó el turno de la prima de la víctima, con unas palabras que siguieron la misma línea de las dos intervenciones previas.
"Le pregunté si estaba bien y si quería que nos fuéramos, y ella me dijo que necesitaba irse. Nos fuimos de allí y yo escribí a mi amiga diciéndole que (la víctima) necesitaba irse. Solo me dijo que le había hecho mucho daño, que se había corrido dentro", sostuvo.
Si necesitaba cualquier cosa, allí estaría
Como detalle, también añadió un dato desconocido hasta el momento, el último contacto entre el entorno de Alves y el de la víctima que se produjo en el momento en el que los trabajadores de la sala ya habían arrancado el protocolo de agresiones sexuales.
Así, la prima de la víctima manifestó que el amigo de Alves le escribió por Instagram a las cinco horas de los hechos y le dijo que estaba contento de conocerla y que "si necesitaba cualquier cosa, allí estaría", y ella quiso ser simpática y le contestó con un mensaje de 'feliz año', aunque acabó dejándole de seguir.
Su prima también explicó textualmente que la misma noche de los hechos la víctima no podía ni hablar del tema, ni ella misma se creía lo que le había pasado -en sus palabras-, y que desde entonces toma antidepresivos, no trabaja y apenas sale de casa: "Lloramos día sí, día no. Está mal", zanjó.
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