Un estudio noruego, realizado a más de 53.000 personas de entre 18 y 35 años muestra que cuanto mayor es la frecuencia de consumo de bebidas energéticas, menos horas de sueño nocturno tienen sus consumidores.
Las bebidas energéticas suelen contener un alto contenido de cafeína, que es un estimulante del sistema nervioso central. La cafeína puede aumentar la alerta, la concentración y el rendimiento físico. Sin embargo, también puede provocar efectos secundarios como nerviosismo, ansiedad, insomnio y dolores de cabeza. Además de cafeína, las bebidas energéticas también suelen contener azúcar, vitaminas, minerales y aminoácidos.
Los resultados mostraron que los participantes que consumían bebidas energéticas a diario dormían alrededor de media hora menos que los que no las consumían. También se observaron asociaciones similares en cuanto a despertarse después de dormirse y a tardar más en conciliar el sueño. Estos resultados sugieren que el consumo de bebidas energéticas puede tener un impacto negativo sobre la calidad del sueño. Los participantes que consumían bebidas energéticas a diario tenían una menor eficiencia del sueño, es decir, dormían menos tiempo y tenían más despertares.
Se trata de un estudio observacional, de tal manera que no se pueden extraer conclusiones sobre la causa. Pero es cierto que los investigadores consideran que sus conclusiones muestran que hay una relación fuerte entre la frecuencia de consumo de bebidas energéticas y calidad del sueño.
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