La victoria de Carlos Sainz en el Rally Dakar 2024 ha sido histórica por muchos motivos. Porque le aúpa al olimpo del automovilismo mundial y le confirma entre los mejores pilotos de la historia; porque ahuyenta esa vitola de 'gafe' que ha arrastrado toda su carrera afectado por la mala suerte; y porque demuestra que su mentalidad y su preparación son excepcionales y que la edad es sólo un número.
Un número, por cierto, prácticamente sin precedentes. Alzarse triunfador de la prueba de automovilismo más exigente del planeta ya tiene mérito, pero lograrlo más cerca ya de la senectud y de una posible e inevitable retirada que de su momento álgido de forma, a sus 61 años, es un hito más propio de un semidiós que de un mero mortal, sobre todo por la exigencia física que demanda el implacable Touareg. Es el más longevo en ganarlo en coches, batiendo su propio récord de 2020.
No en vano, haciendo un rápido repaso por los principales deportes más seguidos del mundo, no existe un logro ni parecido. En fútbol, pese a la longevidad de Cristiano Ronaldo y de otros 'monstruos' modernos, lo más parecido es el título mundial de Dino Zoff con Italia en España 1982, a los casi 41 años. Otro compatriota suyo, Paolo Maldini, ganó la Champions con 38 años estableciendo el récord en esa competición.
Robert Parish ganó a los 43 años la NBA, Ken Rosewall se llevó el Abierto de Australia de tenis (Grand Slam) con 37 años, Tom Brady ganó su última SuperBowl con 43 años, y Bernard Hopkings un cinturón mundial de boxeo con 49. Ninguno se le acerca. En golf, Sam Snead fue el ganador más longevo del PGA Tour con 52 años, pero también queda lejos. Carlos Sainz, sencillamente inalcanzable.
Si nos ceñimos en concreto al mundo del motor, tampoco existen muchos ejemplos cercanos. En Fórmula 1, desde los años 60 mantiene el privilegio de ser el campeón mundial más entrado en años el argentino Juan Manuel Fangio, pentacampeón a sus 46 años en una época muy distinta a la actual. En MotoGP, por ejemplo, el campeón más viejo es Fergus Anderson, con 44 años. Y, en el Dakar, sólo un piloto le supera, y no en su categoría: Josef Macháček en vehículo ligero, con 63 años.
Hay que remontarse a los albores de la modernidad del evento más importante del mundo del deporte, los Juegos Olímpicos, para encontrar ganadores más longevos que Sainz. Y eso seleccionando cuidadosamente las disciplinas y hablando únicamente de las medallas de oro, ya que Oscar Swahn logró en tiro una plata con 72 años en 1920, con un año más que John Copley, también tirador.
El mismo Swahn, en 1912 junto al arquero Galen Carter Spencer, puso bien alto el listón en los 64 años con sus oros a esa edad. Tres menos, como los 61 de Sainz, tenía el también tirador Joshua Millner cuando fue primero en el podio. En la categoría femenina, la arquera Sybil Newall fue la mujer más veterana en 1908 con 53 años. Registros de otra época, más amateur y subdesarrollada, incomparables con la hazaña de Sainz en pleno siglo XXI y en un raid que pasa factura a cuerpo y mente.
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