La muerte del piloto español Carles Falcón este martes tras la dura caída sufrida en la segunda etapa del Dakar 2024 ha consternado al mundo del motor. Falcón, de apenas 45 años, falleció cumpliendo un sueño, el que el desierto de Arabia y sus fantasmas del pasado truncaron el pasado siete de enero.
Falcón, apasionado del motociclismo y de la resistencia, llegaba a esta edición con una promesa, acabar lo empezado en la edición de 2022, un desafío en el que se embarcó con su amigo Isaac Feliu, capaz de escapar de las garras de la muerte y volver a enfrentarse al rally más duro del mundo tras una espeluznante caída en aquella edición.
"El Dakar 2022 fue una experiencia vital por estar en la carrera más dura del mundo y en el mejor rally del planeta. Mi compañero de equipo Isaac Feliu sufrió un fuerte accidente en la etapa 9 y ahora volvemos juntos para acabar lo que no pudimos. Vamos muy preparados mentalmente tras la experiencia de 2022", comentó en una entrevista previa a la actual edición, en la que una trampa en la segunda etapa frustró su sueño.
"En 2022 gestionamos la carrera muy bien, pero en la etapa 9 todo cambió con el accidente de Isaac. Eso provocó seguir con los nervios de saber que tu compañero está en el hospital, pero sin saber qué ocurre exactamente. Los días posteriores fueron muy complicados, pero pude llegar a la meta. Este año el objetivo es que acabemos los dos, Isaac y yo. Me da igual acabar dos posiciones arriba o abajo. Hay que priorizar el hecho de que los dos terminemos, y sobre todo, volver a disfrutar de la experiencia", añadió entonces, apenas días después de la desgarradora tragedia que ha vuelto a teñir de luto a la histórica prueba de resistencia.
Isaac, su compañero de aventuras y de vida -pues junto a él fundó la empresa y equipo TwinTrail con el que competían y disfrutaban del motociclismo- pasó seis meses en coma antes de despertar sin secuelas del accidente. Este 2024, por desgracia, Carles no correría la misma suerte tras un brutal accidente que puso la piel de gallina a todo el campamento.
Hay que priorizar que los dos terminemos
La emotiva despedida de su equipo
Falcón corría este año por segunda vez una de las modalidades más duras del Dakar, la categoría Original by Motul (sin asistencia mecánica), la misma que logró acabar en su primera participación para dedicar la medalla a su amigo accidentado.
En esta ocasión, los fantasmas del pasado que rondaban el camión del TwinTrail Racing Team volvieron a aparecer, ahora con Falcón como trágico protagonista, que recibió una emotiva despedida por parte de los suyos.
"Este lunes 15 de enero Carles nos ha dejado. El equipo médico ha confirmado que los daños neurológicos causados por el paro cardiorrespiratorio en el momento del accidente son irreversibles", confirmó en su inicio una carta de despedida cargada de emoción.
"Carles era una persona sonriente, siempre activa, que disfrutaba con pasión de todo lo que hacía, en especial las motos. Nos ha dejado haciendo algo que era su sueño, correr el Dakar. Estaba disfrutando, era feliz encima de la moto. Debemos recordarlo por su sonrisa y por la felicidad que generaba en todos"
"Ingeniero informático de formación. Instructor de motos y guía de viajes en moto por pasión. Son muchos los que han aprendido a su lado. Enseñaba con paciencia, energía y felicidad, hacía que todos disfrutaran de la moto. Esto es lo que nos ha dejado y vamos a mantener siempre con nosotros, todos los que hemos estado cerca de él, familia, amigos, compañeros y supporters", finalizó el comunicado en el que ahora el equipo pide comprensión tras una semana marcada por la incertidumbre.
Los detalles del accidente
La caída de Falcón se produjo el domingo 7 de enero a la altura del kilómetro 448 del recorrido de la segunda etapa, apenas a una distancia de 15 kilómetros de meta. El español cayó en una zona de pistas de tierra sobre las 15:52 hora local, cuando otro piloto se percató del accidente y dio la voz de alarma.
16 minutos tardó en llegar el helicóptero medicalizado de la organización para atenderle sobre el terreno, donde confirmaron los peores presagios. Allí se encontraron al piloto nacido en Tarragona sufriendo una parada cardiorrespiratoria, por lo que procedieron a reanimarlo antes de trasladarle al hospital de Al Duwadimi.
A pesar de permanecer en la UCI, los médicos autorizaron su traslado a un hospital catalán, donde los médicos han trabajado por subsanar las graves lesiones en la columna y cerebro desde el pasado viernes hasta su fallecimiento en la jornada de este lunes que truncó, de la manera más dura posible, el sueño de toda una vida.
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