Un Madrid coral dirigido por un Vinicius estelar golea al Barça y levanta la Supercopa

El Real Madrid levanta la Supercopa 2024.
El Real Madrid levanta la Supercopa 2024.
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El Real Madrid levanta la Supercopa 2024.

El Real Madrid es el campeón de la Supercopa de España después de pasar por encima del Barça (4-1) en una final que solo tuvo un color, el blanco. Diez minutos tan solo habían pasado y ya ganaban por dos goles los de Carlo Ancelotti, y desde entonces el partido fue un quiero y no puedo para los azulgranas, que jamás dieron la sensación de estar a la altura de su rival. Tras el hat-trick de Vinícius en la primera parte, la segunda fue casi un trámite con la sensación de que los madridistas podían haber metido aún más goles si hubieran apretado.

El choque puede suponer un punto de inflexión ante la diferencia que se vio entre ambos equipos en el campo –el árbitro ni siquiera añadió un solo minuto– y deja muy tocado el proyecto de Xavi Hernández, que ya llegó a Arabia Saudí con muchas dudas. Quedan los tres grandes títulos todavía en juego, pero la sensación que deja este Barça es que no le da para competir ante los grandes de Europa, con el Real Madrid como reflejo perfecto de ello. Tiempo habrá para comprobarlo, pero mientras tanto son los blancos los que golpean primero, llevándose además el primer título de la campaña en juego.

Si la idea del técnico azulgrana con los cuatro medios era reforzar esa zona del campo, no le pudo salir peor. Tras un comienzo intenso en el que hubo un intercambio de golpes, una genialidad de Bellingham comenzó a decantar el choque. Aprovechando la adelantadísima defensa del Barça, el inglés se sacó un pase perfecto –y que nadie esperaba– al espacio para dejar solo y en carrera a Vinícius ante Iñaki Peña. En la situación más perfecta y adecuada para él, el brasileño regateó al meta y definió con calma para abrir el marcador cuando tan solo habían pasado cuatro minutos de encuentro.

Había detectado el Madrid la manera de hacer daño a su rival y no tardó en volver a castigarlo de la misma manera. Carvajal, sin presión de ningún tipo, lanzó en carrera a Rodrygo, que salió de su propio campo para plantarse en el área blaugrana. Le acompañó en su carrera Vinícius y el pase de la muerte de un brasileño a otro se convirtió en el segundo tanto. Y únicamente se llevaban diez minutos de Clásico en Riad.

Trató de responder con velocidad el Barça, pero sin fortuna. El remate de Ferran se estrenó en el larguero, mientras que el posterior chut de Lewandowski encontró una buena parada de Lunin.

Con el paso de los minutos, el Madrid levantó el pie del acelerador y reculó. Básicamente, se mostró conformista. Le cedió el balón a los de Xavi, que comenzaron a crecer en su juego. Eso sí, cada contra blanca olía a gol, pero a Vini y Rodrygo les faltó un buen control más para volver a atravesar la débil zaga culé.

La insistencia del Barcelona encontró su premio, ya con el total dominio de la posesión. Gündogan se internó en el área, abrió para Balde y el centro al área lo despejó Rudiger demasiado centrado. En la frontal esperaba un depredador, Lewandowski, que enganchó una poderosa volea que se coló en la portería blanca para reducir distancias.

El golpe hizo reaccionar al Real Madrid, que con un solo gol de ventaja tiró de personalidad y se hizo de nuevo con el balón. No tardó, además, en volver a hacer daño a una débil zaga blaugrana. Vinícius buscó el remate y Araujo le agarró. ¿Suficiente para señalar los once metros? Para el colegiado, sí. El propio jugador brasileño se encargó de transformar el penalti para completar su hat-trick.

Xavi movió pronto el banquillo, al inicio de la segunda parte, dando entrada a Joao Félix, Fermín y Lamine, pero la dinámica no cambió. Dominaba el Barça, pero era el Madrid el único que daba la sensación real de peligro hasta que llegó el gol de Rodrygo tras una nueva indecisión de la zaga blaugrana.

El choque se calentó y Araujo fue expulsado por una fuerte patada sobre Vinícius. Con más de 15 minutos por delante, el Real Madrid merodeó constantemente el área del Barça, pero sin suerte, ni tampoco excesiva ambición por hacer el quinto. También pudo marcar Joao Félix, que se encontró con la respuesta de un acertado Lunin.

El partido acabó en el área azulgrana, pero más como si fuera una pachanga que un Clásico, ya con un partido descafeinado. Hasta el árbitro Martínez Munuera lo entendió así, pues no añadió ni un solo minuto. El Madrid era el Supercampeón de España.

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Real Madrid - FC Barcelona, en directo: última hora de la final de la Supercopa de España
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