El colegiado González González, sobre el caso Negreira: "El Barça quería conseguir algún tipo de beneficio deportivo"

José Luis González González, dirigiendo un Valencia - Barça en 2018.
José Luis González González, dirigiendo un Valencia - Barça en 2018.
Icon Sportswire via Getty Images
José Luis González González, dirigiendo un Valencia - Barça en 2018.

Esta semana, la investigación judicial relativa al caso Negreira ha vivido uno de sus avances más importantes en meses, o al menos de cara a la opinión pública, después de que el magistrado instructor de la causa, Joaquín Aguirre, recibiese los interrogatorios practicados por la Guardia Civil a un total de 21 árbitros españoles en los últimos meses.

Una serie de testimonios y declaraciones extraídos con dos objetivos: determinar la influencia que José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, ejercía sobre los colegiados; y esclarecer la relación entre esa influencia, su impacto en los resultados deportivos del Barça y los pagos a Negreira como número dos arbitral durante casi veinte años, con 7 millones de euros de por medio.

Uno de los árbitros que ha hablado, y cuyas palabras han trascendido este viernes por su contenido, adelantadas por El Mundo, ha sido José Luis González González. Un trencilla ya retirado, que dijo adiós al mundo del arbitraje de campo durante la pandemia, y que sostiene como argumento principal que el histórico mano derecha de Victoriano Sánchez Arminio fue contratado por el Barça "para conseguir algún tipo de beneficio deportivo".

González González ejerció como colegiado en España entre 1988 y 2020, pasando posteriormente al VAR donde sigue desarrollando su dilatada carrera, y explicó a la Benemérita los motivos y servicios por los que, a su juicio, el club catalán habría pagado una millonada a Enríquez Negreira y a su hijo: "Entiendo que querrían sacar algún beneficio deportivo. José María les haría entender que tenía algún poder sobre los árbitros".

Solo con la intención, si se probase, de adulterar la competición, el Barça ya estaría incurriendo en un delito aunque no llegase a culminarlo. Por eso mismo, las palabras del histórico colegiado pueden tener mucho más peso del que aparentan. Aun así, González González apunta fundamentalmente a los Negreira por "intentar aprovecharse" de su posición como vicepresidente del CTA "para obtener un beneficio económico compartido con miembros del club" que preside en estos momentos Joan Laporta.

Esa hipótesis coincidiría con otra de las que más peso han cogido durante la investigación, el desvío de fondos del club blaugrana a sus propios directivos a título individual con Negreira como intermediario. Sea como sea, lo que sí tiene claro el árbitro leonés es que los informes de asesoría arbitral que realizaban los Negreira para el Barça, con los que intentan además justificar los pagos, eran "inútiles, un mero trámite para justificar los cobros".

"Mi opinión es que Enríquez Negreira se puso de acuerdo con directivos o miembros del FC Barcelona para beneficiarse a título particular con estos pagos y repartírselos entre ellos", finaliza en su declaración González González, cuyo testimonio comparten muchos de los compañeros que han ido compareciendo ante la Guardia Civil.

En términos generales, Negreira disponía de poder e influencia en el CTA, al contrario de lo que otros involucrados en el caso como Luis Rubiales o el actual presidente del Comité, Luis Medina Cantalejo, han estado negando todos estos meses; y también coinciden los árbitros en señalar que dependían de Negreira los ascensos y descensos de categorías. Un hombre "extraño" para muchos de ellos, que castigaba a los críticos con la labor del gremio y apenas mantenía contacto con colegiados de su agrado.

Como González González, siguiendo su línea de discurso, otros compañeros como José María Sánchez Santos coinciden en que los pagos del Barça a la familia Negreira seguían la creencia de que "con estas contrataciones podría influir arbitralmente", y lamentan que este caso "deje al arbitraje en muy mal lugar". No obstante, ninguno de ellos ha reconocido o confesado la alteración premeditada del resultado de algún encuentro por indicación de sus superiores en ninguna época.

"Un vicepresidente tiene poder dentro del CTA, ya que los componentes del mismo suelen comer juntos, hablan y opinan de todo. Los vicepresidentes tienen contacto permanente con el presidente y eso puede hacer que las decisiones sean tomadas colegiadamente", señalan otras voces dentro del colectivo, entre quienes ya se comentaba que "si contratabas a su hijo (para que hiciera labores de coaching) te podías ver favorecido en los ascensos porque el padre tenía en cuenta los comentarios de su hijo".

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