El Barça se impuso por 1-0 al Atlético de Madrid en un partido de una intensidad brutal e inusitada que tuvo una parte de dominio para cada equipo. Sin embargo, el conjunto blaugrana supo cuándo mandar sobre el juego y cuándo ceder la posesión y defenderse. Gracias a un sublime Joao Félix, que cuajó su mejor actuación del año ante sus ‘ex’, el equipo local pudo lograr una ventaja mínima que supo cómo gestionar a la perfección, desquiciando a los rojiblancos.
El primer tiempo vivió un arranque frenético, con ocasiones de peligro para ambos bandos. Raphinha y Lewandowski gozaron de un par de oportunidades clarísimas, y el Atleti contestó con algún contragolpe atrevido. Duró 15 minutos, lo que tardó en coger las riendas el Barça como acostumbra históricamente. Comenzaron a mover el balón, a amasarlo y dormirlo pero con mucho sentido ofensivo, mientras los visitantes retrocedían sobre la frontal de su área.
Así, el encuentro entró en la dinámica que cabría esperar… cualquier otro año. El club colchonero llegaba por juego y sensaciones mucho mejor a la cita, pero se diluyó cuando más importaba. La valentía del inicio se disipó, pero también la contundencia defensiva. Los del ‘Cholo’ perdieron el extra de creatividad ofensiva que han lucido este año, pero también se olvidaron de hacer lo que mejor saben, en lo que destacan más que nadie en el mundo del fútbol: defender.
La zaga atlética era un sinsentido. Rodrigo Riquelme se veía sobrepasado como carrilero, y el trío de centrales era incapaz de detener al centro del campo blaugrana. Se juntaron Pedri, De Jong, Gundogan e incluso Joao Félix a manejar el juego, mientras el Atleti se dedicaba a cazar sombras. Así llegó el gol del luso, que lo celebró como si jamás hubiese jugado de rojiblanco.
Triangulación, carrera en diagonal de Raphinha, y un pase que podría haber cortado Nahuel Molina. Sin embargo, puso el pie sin tensión y el ‘menino de oro’ se llevó el balón para batir a Jan Oblak con una vaselina sutil. Un mazazo para los del ‘Cholo’, frustrados y más agresivos (tres amarillas), que dieron gracias de irse 1-0 sólo al descanso porque el Barça hizo con ellos lo que quiso.
En la segunda mitad, el Barça volvió a salir dominador pese al intento de Simeone con tres cambios de agitar el avispero. Seguía mandando el conjunto culé, y seguía sufriendo el Atleti. De hecho, tuvieron los de Xavi una ocasión increíble para sentenciar con un disparo lejano de Raphinha que se estrelló en el palo y con alguna intentona más de Joao Félix, pero no tuvieron suerte.
El luso fue el mejor del partido, más motivado que nunca, y aunque se fue apagando físicamente se llevó el merecido trofeo de ‘MVP’. Su ausencia, además, se notó, porque el Atleti se vino arriba y el Barça se hundió. Subió la intensidad en la última media hora el equipo visitante y tuvo varias oportunidades para empatar, pero ni Correa ni Griezmann estuvieron acertados, e Iñaki Peña se disfrazó de Ter Stegen para sacar una falta directa de Memphis que se fue a la cruceta.
Desesperado, el asedio indio permitió al Barça correr, pero Lewandowski siguió sin ver puerta, y eso que tuvo chances para ello. El Barça se defendió como gato panza arriba, cediendo incluso la posesión, y le sirvió para amarrar una nueva victoria por la mínima que le mantiene en la pelea por la Liga, a cuatro puntos de Girona y Real Madrid. Mientras, el Atleti regresa a la capital sin premio, pero consciente de que le resta un partido por jugar y de que también sigue en la pelea pese a haber ofrecido su peor versión en Montjuïc.
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