El Atlético de Madrid se enfrenta hoy a una prueba de fuego contra el Feyenoord, que se aferra a su goleador Santiago Giménez y al ambiente de De Kuip para complicarle la vida a los de Simeone. Una victoria mete a los rojiblancos en octavos de final, el empate lo deja todo abierto y la derrota les complica y mucho las cosas.
Primero del enrevesado grupo E, un punto por delante de la Lazio, al que recibirá en la última jornada en el Metropolitano, y dos por encima del Feyenoord, todo está de lo más abierto a falta de dos jornadas y con el Celtic ya fuera de cualquier ecuación.
La vía más veloz es el triunfo. Si el Atlético gana, se clasifica. Sin discusión. Sin atender a otros marcadores. Si, además, a la vez, el Lazio es derrotado por el Celtic en Italia –algo que parece, eso sí, más que complicado– lo hará como primero de su cuarteto con una jornada de antelación.
En el cómputo general, al Atlético le basta con cuatro puntos más para ser primero y con dos para avanzar segundo. Por eso, incluso el empate lo mantiene en ventaja para la clasificación para los octavos de final, siempre que después gane o empate con el Lazio en el Metropolitano.
Otro asunto es una derrota en Rotterdam, que lo expondría al peligro de la eliminación siempre que, en la jornada final, no sea capaz de ganar a la Lazio. La igualada en la última jornada, entonces, podría no ser suficiente.
El Atlético necesitará que su fortaleza en casa se traslade también a sus partidos como visitante. El equipo rojiblanco solo ha ganado tres de sus últimos once encuentros a domicilio entre todas las competiciones, pero la marca es aún más preocupante cuando se trata sólo de la Champions y la fase de grupos: de sus últimas 21 salidas en esta ronda del torneo europeo, los de Simeone han ganado cinco, con siete empates y nueve derrotas.
Es mucho más que un examen la visita a De Kuip. Ahí, el Feyenoord encadena siete triunfos, incluidos sus dos compromisos en esta Champions (2-0 al Celtic y 3-1 al Lazio). Solamente ha perdido tres de sus últimos 43 encuentros allí. Avisado está el Atlético, que ya comprobó la competitividad del su rival en el Metropolitano (3-2), con una victoria apurada.
La vuelta de Santiago Giménez –18 goles en 16 partidos esta campaña– es la diferencia más sustancial entre el equipo al que se enfrentó el 4 de octubre y al que se medirá ahora en De Kuip.
Pero, a la vez, el Feyenoord, que suele formar en 4-2-3-1, encara el choque con el Atlético con el flanco derecho debilitado, pues, a priori, Arne Slot no podrá contar con el lateral neerlandés Bart Nieuwkoop ni con el extremo iraní Alireza Jahanbakhsh.
En el Atlético, descansados algunos jugadores en el triunfo ante el Mallorca –resuelto con un golazo de cabeza de Antoine Griezmann–, la visita a Rotterdam devolverá al once a Nahuel Molina, José María Giménez y Rodrigo de Paul. Quizá también a Rodrigo Riquelme, que entraría por Samuel Lino en la banda izquierda del esquema.
La duda surge en el tercer hombre del medio campo, con opciones para Pablo Barrios y Marcos Llorente, como compañeros de Koke Resurrección y el citado De Paul.
"Es importante intentar hacer un gran partido, saber de las dificultades que tienen todos los rivales y enfrentarlo con la mayor determinación y el objetivo de llevar el partido donde creemos que le podemos hacer daño", aseguró Diego Simeone sobre la visita colchonera a De Kuip.
Comentarios