El París Saint-Germain de Luis Enrique volvió a degustar el sabor de la victoria tras doblegar por 5-2 al Mónaco, otro de los equipos más clásicos del fútbol francés. No obstante, los primeros minutos de juego estuvieron marcados por un error mayúsculo que podría haber costado un disgusto mayor al equipo liderado por Kylian Mbappé. 

En el minuto 22 de la primera parte, y con 1-0 en el marcador a favor del PSG tras el primer tanto conseguido por Gonçalo Ramos, Gianluigi Donnarumma, portero del PSG, intentó despejar la pelota desde su propia área ante la intensa presión ejercida por el Mónaco. Sin embargo, el despeje del cancerbero italiano quedó muy corto y fue aprovechado por Takumi Minamino, que no perdonó delante de la portería parisina y empató la contienda en el ecuador de los primeros 45 minutos. 

La reacción del París Saint-Germain no tardó en llegar y Mbappé, desde los once metros, puso de nuevo en ventaja a su equipo justo antes del descanso. Tras la vuelta de vestuarios, comenzaría el show de Ousmane Dembélé en el Parque de los Príncipes: fue el protagonista del 3-1 y el jugador más destacado en el ataque del conjunto parisino.

Luis Enrique, en la rueda de prensa después del partido, elogió el gran momento de forma del 'mosquito' y reconoció que "encantado" de tener en su plantilla al "jugador más desequilibrante del mundo": "Es un gusto tenerle. Es un show, un espectáculo. Me encanta tener en el equipo jugadores de ese perfil".