España superó a Chipre con comodidad en un partido que dejó resuelto en la primera mitad y en el que se relajó en exceso en la segunda, dejando incluso que el modesto conjunto local marcara un gol (1-3). La victoria refuerza el liderato de la Roja en el Grupo A de la clasificación para la Eurocopa –clave para ser cabeza de serie en el torneo– y deja claro que aquellos tiempos en los que el equipo nacional caía ante equipos de este nivel han pasado a mejor vida hace mucho, mucho tiempo.
Insistió Luis de la Fuente en la previa del partido en que el equipo no se iba a relajar, con el recuerdo de aquella inolvidable derrota en Limassol en 1998, y que iba a sacar a los mejores para ganar el partido, pero ello no impidió que el seleccionador nacional aprovechara para hacer varias pruebas.
Para empezar, Martín Zubimendi entró como mediocentro por el intocable Rodri, mientras que Jesús Navas jugó en el lateral por delante de un Carvajal que está en un momento de forma excelso. Tampoco jugó Morata, el nueve titular indiscutible y que vive el mejor momento de su carrera profesional, para dejar su puesto a Joselu.
No era un duelo de la más alta exigencia, eso estaba claro antes de que comenzara –Chipre llevaba cero puntos con dos goles a favor y 26 en contra–, y quedó más en evidencia aún al poco de comenzar. Un desajuste de la defensa chipriota hizo que el balón le llegara a los pies de Lamine Yamal, y el jovencísimo jugador del Barça definió con maestría. Control orientado, recorte y esférico a la red.
El segundo tanto no tardó demasiado en llegar, y su simpleza desnudó las carencias de la zaga chipriota. Pau Torres abrió a la banda, Grimaldo prolongó hacia el área y Oyarzabal, sin oposición, batió al meta local. El VAR lo revisó y no había fuera de juego: caía el segundo.
Martín Zubimendi casi celebra su titularidad, pero se estrelló con el poste, en una España que no levantaba el pie del acelerador. El tercero llegó en un córner, de nuevo con la ‘colaboración’ de la defensa chipriota, incapaz de despejar el balón. Joselu fue el que se aprovechó de ello para marcar entrando desde atrás.
La mala noticia la dejó Mikel Oyarzabal, que cayó lesionado al rematar un centro desde la derecha de Navas. El atacante de la Real Sociedad tuvo que ser sustituido y en su lugar entró Rodrigo Riquelme, que hizo así su debut con la selección nacional.
El paso por vestuarios hizo que España se relaja en exceso y el partido tornó en soporífero, con los minutos pasando sin que nada sucediera. Chipre, que había disparado a puerta por primera vez en el minuto 40 con un chut lejano y sin peligro, comenzó a creérselo y se animó en alguna ocasión sobre la meta ayer defendida por David Raya.
El habitual carrusel de cambios tampoco reactivó a España, sin ambición para meter más goles y que, en los minutos finales, hasta encajó uno. La voluntariosa selección chipriota robó en el centro del campo ante su mayor intensidad, Charalampous se sacó un pase de fantasía a la espalda de la zaga española y Pileas definió a la perfección en el mano a mano ante Raya.
El VAR revisó la acción por una posible falta a Gavi, pero finalmente validó la acción. El tanto, eso sí, quedó solo en una anécdota, el triunfo jamás peligró y España se queda a un solo paso de cerrar su liderato tras el empate de Escocia (2-2) en Georgia.
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