Djokovic, imparable: exhibición ante Rune para pasar a 'semis' en París y celebración 'a lo Bellingham'

Novak Djokovic celebra su victoria en cuartos antes Holger Rune en el París-Bercy.
Novak Djokovic celebra su victoria en cuartos antes Holger Rune en el París-Bercy.
EFE
Novak Djokovic celebra su victoria en cuartos antes Holger Rune en el París-Bercy.

Imparable. No hay quien frene a Novak Djokovic, que tiene claro cuál es su objetivo: terminar el año en el número 1 del ranking ATP. Esa meta cada vez está más cerca para el serbio, que se ha apuntado una nueva victoria en París-Bercy. Esta vez le tocó a Holger Rune sufrir al tenista con más Grand Slams de la historia, que dio una exhibición para tumbar al danés (7-5, 6-7(3), 6-4) y meterse en semifinales.

El número uno del mundo se va poniendo serio en la capital francesa en su regreso a la acción desde que se proclamase campeón del US Open hace dos meses. Rune vendió cara su piel, pero nada pudo hacer aun Djokovic que una vez más impidió el levantamiento de las nuevas generaciones, como trata de hacer con Carlos Alcaraz.

El serbio, en lucha con el español por terminar el año en lo más alto, fue mejor en los momentos importantes que decidieron el pase a 'semis' en un partido que arrancó con un primer set con un intercambio sin resquicio entre ambos. Pero el danés se aceleró y ahí perdió sus opciones de llevarse la primera manga, pues terminó cediendo su saque y el set en el 7-5.

El seis veces campeón en París-Bercy puso una marcha más cuando olió  sangre, pero Rune no iba a ponérselo tan fácil. En el segundo parcial, el danés, un jugador que tiene el don de la espectacularidad, se aferró al duelo, atrajo al público a su causa y enredó en esa guerra al serbio, que al final supo usar la animadversión de la grada como combustible. Rune les alentaba en cada punto ganado, mientras Djokovic les provocaba cada vez que se imponía.

Tras anotarse el primer set con mucho oficio, el serbio dispuso de una bola para finiquitar el duelo en el segundo, pero Rune la levantó. El

finalista este año en Montecarlo y Roma, además de en Roland Garros y Wimbledon, forzó el tie-break. Ahí, el nuevo pupilo de Boris Becker, que no paró de dar instrucciones en todo el duelo, se mostró imperial, mientras el serbio parecía perder el control del partido, que se fue al tercer set.

El desgaste pasó factura al danés en el inicio del tercer acto y dejó un mal arranque que le costó caro. Djokovic logró temprano el break que le llevó finalmente a la victoria, sujetando los coletazos de Rune. Hasta el danés reconoció su mérito al número 1 con un "eres increíble" en la red después de que el serbio celebrase el triunfo 'a lo Bellingham': con los brazos extendidos mirando hacia la grada.

Djokovic jugará su novena semifinal en París, donde no ha perdido ninguna, contra el ruso Andrey Rublev, quien remontó (4-6, 6-3, 6-1) al australiano Alex de Miñaur. La otra semifinal medirá al griego Stefanos Tsitsipas, que derrotó al ruso Karen Khachanov, ante el búlgaro Grigor Dimitrov, verdugo del polaco Hubert Hurkazc.

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