El partido entre el Braga y el Real Madrid no estuvo exento de polémica. Al finalizar el encuentro, Antonio Rüdiger protagonizó una gran tangana y sus compañeros tuvieron que separarlo y retirarlo del terreno de juego. En un principio se creía que el motivo era un insulto racista, pero finalmente el central alemán lo desmintió.

"Todo está bien otra vez muchachos. Estoy calmado. Definitivamente no me insultó racialmente, solo hubo una pequeña disputa después de que nuestros caminos se cruzaran tras el pitido final. ¡¡¡Centrémonos ya en el sábado!!!", dijo Rüdiger desde su cuenta en la red social X (antigua Twitter), aludiendo así al próximo compromiso de Liga ante el FC Barcelona.

Sobre ese altercado fue preguntado Carlo Ancelotti en la rueda de prensa posterior al partido. "No sé qué ha pasado con Rüdiger. Creo que ha sido un agarrón con un asistente del Braga. Estaba muy enfadado y hemos tenido algún problema para controlarlo. En el vestuario se ha calmado", afirmó el técnico italiano.

"Es muy extraño cómo ha reaccionado, porque Rüdiger es uno de los futbolistas que más tranquilo está siempre cuando acaban los partidos", dijo por su parte Vinícius, uno de los jugadores que tuvo que llevarse al alemán. 

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Lo cierto es que hace apenas unos días ya vivió otro rifirrafe, esa vez con Sergio Ramos. Durante el Sevilla-Real Madrid, ambos defensas se encararon e incluso se citaron para verse en el túnel de vestuarios, pero la cosa finalmente no fue a más.