Un hombre ha muerto en Madrid este domingo tras desnucarse contra el suelo durante una pachanga de voleibol en la que sus compañeros le mantearon para celebrar su victoria. El fallecido perdió el control en el aire, y se precipitó fatalmente con la cabeza y el cuello contra el suelo resultando en su muerte.

Arnaldo Benítez, ciudadano paraguayo de 43 años, se encontraba en las pistas del parque Emperatriz Ana María de Austria, en la Vía Lusitana del distrito de Carabanchel en Madrid, cuando se produjo el incidente. Nada más accidentarse, fue trasladado en estado crítico al Hospital 12 de Octubre, donde no se pudo hacer nada por su vida tras más de dos horas de cuidados intensivos.

Los testigos del accidente detallaron a la Policía que la víctima perdió el equilibrio en pleno vuelo al ser manteado durante la celebración de una victoria en un partido de voley. Llegó a elevarse unos dos metros sobre el suelo, y acabó impactando con la nuca sin remedio. 

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Todo ello aconteció en torno a las 20:15 horas, pero para cuando llegaron los agentes, el 'manteador' se había marchado del lugar de los hechos, sin que los amigos de la víctima pudieran aportar más datos que ayudaran en su identificación, ya que apenas le conocían. Mientras, los agentes se encontraron a Arnaldo tendido en el suelo, inconsciente y sin pulso. Uno de los policías procedió a realizarle maniobras de reanimación mientras otro cubría la herida de la cabeza.

Los forenses determinaron en la autopsia que la causa de la muerte fue un traumatismo craneoencefálico, toda vez que el cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valdebebas. Una muerte que todavía investigan agentes de policía, tratando de identificar a la persona que lanzó al aire a Arnaldo Benítez.

Sea quien sea el responsable, ese manteo mortal podría traerle consecuencias penales, y se podría enfrentar a un presunto delito de homicidio imprudente, según informa el diario El Mundo. El artículo 142 del Código Penal regula el delito de homicidio imprudente, que recoge lo siguiente en el primer punto: "El que por imprudencia grave causare la muerte de otro, será castigado, como reo de homicidio imprudente, con la pena de prisión de uno a cuatro años".