Jennifer Hermoso se aisla del 'caso Rubiales' junto a su familia en Marbella tras la decisión del TAD

Jenni Hermoso, durante la concentración de la selección para el Mundial.
Jenni Hermoso, durante la concentración de la selección para el Mundial.
RFEF
Jenni Hermoso, durante la concentración de la selección para el Mundial.

Parece que la calma empieza a volver a la vida de Jennifer Hermoso dos semanas después del polémico beso que recibió por parte de Luis Rubiales en la final del Mundial. El TAD ya ha calificado como "grave" lo acontecido y ha abierto expediente al ya inhabilitado presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Sin embargo, hasta que el TAD se ha pronunciado sobre lo ocurrido, la jugadora y su entorno han tenido que vivir unos días muy difíciles. Al beso de la final se ha unido una presión de parte de la sociedad que ha cargado contra Hermoso, además de la posición de la madre de Luis Rubiales, que incluso llegó a responsabilizar de su encierro y su huelga de hambre a la futbolista hasta que dijese "la verdad".

Y a raíz de esa presión, la familia de Jennifer Hermoso ha tenido que abandonar por unos días su casa, tal y como informa El mundo, para encontrar la tranquilidad que, además, un sinfín de preguntas sobre el caso no les han dejado en un momento que deberían estar disfrutando por todo lo alto.

Ahora, la futbolista, antes de poner rumbo a México para reencontrarse con sus compañeras de Pachuca, club en el que milita actualmente, intenta olvidarse del escándalo en Marbella, donde ha sido vista en la heladería La Valenciana.

Tal y como ha contado Daniel Vila, uno de los heladeros, a ABC, Hermoso "entró con su familia y todos pidieron helado. Al principio no nos dimos cuenta que era ella, pero al pagar y verla los tatuajes dije: '¡Pero si es la campeona del mundo!' Así que nos faltó tiempo para salir del mostrador y hacernos fotos con ella".

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