Polémica y caos en el inicio de la Vuelta a España: boicot independentista, caídas, ciclistas pidiendo parar...

Movistar Team en línea de meta en la crono por equipos
Movistar Team en línea de meta en la crono por equipos
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Movistar Team en línea de meta en la crono por equipos

El caos se apoderó de la primera y segunda etapa de la 78ª Vuelta a España. Estas dos jornadas estuvieron protagonizadas por las inclemencias meteorológicas, las caídas de varios ciclistas, entre ellos el maillot rojo, Lorenzo Milesi, la falta de visibilidad durante el primer día, pinchazos provocados por el boicot independentista. Estas han sido todas las polémicas que le han quitado lucidez al inicio de la última gran vuelta del año. 

Lo más llamativo fue ver a los ciclistas del Jumbo-Visma pidiendo una pausa al pelotón, tras la caída de Primoz Roglic, en un momento en el que la cosa podía acabar de la peor manera con una carretera extremadamente resbaladiza, este fue uno de los episodios más sonados de las dos primeras jornadas.

Acertijo en Montjuic

Todas estas cuestiones se convirtieron en protagonistas de un día en el que la cuestión estrictamente deportiva acabó quedando casi relegada a un segundo plano.

De hecho, las clasificaciones de la etapa se convirtieron en un auténtico jeroglífico a descifrar con tiempos, que para nada correspondían con los habituales del orden en que cada ciclista había concluido la etapa. Todavía más complicada de consultar fue la clasificación general, que tardó mucho más tiempo de lo habitual.

Hubo problemas en el cronometraje oficial en la cima de Montjuic y comenzaron a aparecer imágenes de los comisarios de carrera pidiendo a los aficionados, que estaban en el punto bonificado, las grabaciones que hubieran hecho con sus móviles. Para así, poder determinar el orden de llegada de los corredores en la cima.

Las inclemencias meteorológicas han marcado este inicio de la Vuelta a España, sobre todo la lluvia y las tormentas, han terminado por marcar los dos primeros días de esta 78ª edición.

Crono manchada por la lluvia

La meteorología se empeñó en adquirir protagonismo desde que los corredores empezaron a arribar a la capital catalana en los días previos. La ciudad los recibió con un calor asfixiante, con una combinación de altas temperaturas y humedad relativa altísima, antes del inicio de la competición.

El cambio se produjo el sábado y lo que se presumía un espectáculo deportivo-turístico por las principales calles y monumentos de la ciudad, se tornó en un casi apagón por los negros nubarrones de la tormenta que acompañó a los veintidós equipos participantes en todo el recorrido.

Desde la rampa de salida los ciclistas tuvieron el miedo en el cuerpo, debido a que muchos ciclistas sufrieron resbalones y, pese a todo, la organización no busco una alternativa. 

Las lluvias provocaron que los ciclistas se cayeran como si estuviéramos en una partida de bolos, la más dramática caída fue para el Team Jayco Alula que se cayeron seis de sus ocho corredores.

"Esto fue una mierda, no podíamos ver nada. Era superpeligroso", afirmó el belga del Soudal-Quick Step, Remco Evenepoel, vigente ganador de la carrera y el que alzó la voz muy por encima que los demás tras la contrarreloj por equipos.

"Tuvimos que ir con mucho cuidado en las curvas porque estamos aquí para pelear por la Vuelta y no te quieres caer el primer día y quedarte sin opciones", insistió  el vigente campeón de la Vuelta a España.

Remco no fue el único que se quejó por la baja visibilidad durante la crono por equipos, también, Juan Ayuso, Marc Soler, entre otro muchos...

El líder del UAE Emirates Team declaró estar "totalmente descontento por el horario" de la primera jornada y la falta de visibilidad que causo que "no viera absolutamente nada". 

Psicosis en el pelotón

Tras la reflexión de la noche y con una salida en Mataró donde llovía con intensidad, los ciclistas sufrieron la psicosis de lo acontecido la tarde-noche anterior, en la que compitieron prácticamente a oscuras, les llevó a pedir una neutralización de la carrera a la entrada del circuito de Montjuic, a falta de 9 kilómetros de la llegada. 

La organización había anunciado a primera hora de la mañana que iba a aplicar el protocolo meteorológico para proteger a los ciclistas a 3,6 kilómetros, al paso por el alto del Castillo de Montjuic, pero antes de la salida y tras hablar los responsables de la prueba y los participantes se decidió llevarlo bastante más allá.

La jornada discurrió en una constante duda, con muchos tramos en los que la carretera estaba prácticamente seca, pero en otros estaba muy peligrosa y convirtiéndose por momentos en una auténtica pista de patinaje.

Boicot independentista

Al inicio de la jornada se sabía que habían detenido a varios independentistas por tener planeado un boicot a la Vuelta a su paso por Cataluña. En un principio pensaban verter aceite para colapsar la carretera, pero al final se quedaron en clavos, que provocaron diversos pinchazos. 

Los ciclistas que tuvieron varias averías mecánicas y tuvieron que cambiar de bici al pasar por encima de estas trampas. Los ciclistas que sufrieron pinchazos fueron: Jonas Vingegaard, Juan Ayuso, Geraint Thomas, y Remco Evenepoel, entre otros muchos...

Juan Ayuso declaró estar muy cabreado con este percance: "He pinchado por un clavo, que ha puesto una persona en una curva para matarnos".

Caídas y más caídas

El peaje a pagar empezaba a antojarse que podía ser muy caro. De hecho, el esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma), uno de los máximos candidatos al triunfo final, se fue al suelo a 32 kilómetros del final.

La primera caída de la jornada se dio en el descenso de Olesa de Montserrat, entre Pelayo Sánchez (Burgos-BH) y Callum Scotson (Team Jayco Alula). Después de este suceso vimos como Evenepoel, uno de los favoritos, perdía contacto con el pelotón para intentar evitar una caída, y así perder todas las opciones a revalidar el título. 

Esto causó que el Jumbo-Visma pidiera al resto de los equipos que se fuera más despacio, debido a que no servía de nada tirar, por qué el final para los tiempos de la general era a 9 kilómetros de línea de meta, esto le quitó espectáculo a la etapa. 

Pero al igual que el exsaltador de esquí, otros muchos, algunos apuntaron que más de medio centenar, fueron víctimas de la carretera y terminaron dando con sus huesos en el suelo. Los daños a priori no fueron excesivos, aunque se produjeron varios abandonos. Habrá que esperar a que pasen algunas horas, o incluso algunas etapas, para ver si ha habido más daños de los peritados en primera instancia

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