Pole extraterrestre de Verstappen en Bélgica, McLaren certifica su mejoría, y Aston Martin se hunde

Verstappen celebra su pole en Bélgica junto a Leclerc y Pérez.
Verstappen celebra su pole en Bélgica junto a Leclerc y Pérez.
Getty Images
Verstappen celebra su pole en Bélgica junto a Leclerc y Pérez.

Max Verstappen no es de este planeta. Es la única forma de explicar la barbaridad de pole que ha logrado este sábado en el Gran Premio de Bélgica, metiendo ocho décimas al segundo, Charles Leclerc, y a su compañero de equipo, 'Checo' Pérez, que al menos regresó a una Q3 con el RB19. Un monoplaza que parece más bien una nave espacial, acorde a las capacidades extraterrestres de 'Mad Max'.

Mientras en Estados Unidos altos cargos del ejército reconocen poseer restos alienígenas y se debate sobre su existencia, en el 'Gran Circo' hace tiempo que saben que luchan contra una forma de vida ajena a nuestro mundo. Da igual que sufra, que lo hizo en la Q2 para pasar, y da igual que le sancionen con cinco puestos por cambiar la caja de cambios. Nadie duda que el domingo el bicampeón del mundo liderará la carrera; sólo queda saber cuánto tardará en hacerlo.

Decía el neerlandés que le apetecía lluvia en Spa-Francorchamps, su circuito favorito, y la hubo. Y desató el caos en efecto, aunque finalmente no se cobró víctimas inesperadas en la Q1 y la Q2. Antes, en los únicos entrenamientos libres del fin de semana, fue cuando diluvió de verdad, por lo que ningún equipo pudo probar nada en condiciones. Y se notó.

Una lluvia torrencial que, en cuestión de dos horas, pasó de amenazar la celebración de la clasificación a retrasarla apenas diez minutos. La pista, bañada por un sol vespertino que nadie esperaba sobre el trazado belga, comenzaba a secarse a una velocidad sorprendente conforme las nubes se retiraban. Sin embargo, nadie arriesgó con los neumáticos en la Q1, en la que cayeron Hulkenberg, Ricciardo, Sargeant, Zhou y Albon.

Todo cambió drásticamente en la Q2. La radiación solar logró su cometido y secó por completo el carril de la trazada de Spa a mitad de sesión. Ante la confusión, muchos dudaron pero finalmente todos se lanzaron a por los neumáticos blandos, y hubo sustos que no se materializaron en sorpresas casi de milagro. 

A una sola vuelta, casi sin tiempo, Verstappen pasó décimo, con Alonso noveno, ambos con el agua al cuello. Ni con la suerte en su contra cae el vigente campeón, que tuvo bronca por radio con su ingeniero por haberle hecho pasar un mal trago en esa situación. Se libró, sea como sea, de entrar en la terna de eliminados con Ocon, Bottas, Magnussen, Gasly y Albon, y tenía claro que no iba a permitir otro descuido en la batalla definitiva por la pole.

Con el sol brillando en todo lo alto, la Q3 fue más parecida a lo que se podía esperar en Bélgica. Todos esperaron a su segundo intento, de nuevo con apenas una vuelta de margen y por supuesto con ruedas blandas, y el alienígena Verstappen pulverizó el crono y las esperanzas de sus rivales. Ni Leclerc, cuya especialidad es clasificar a una vuelta, ni el 'renacido' Pérez que regresaba seis carreras después a la Q3 pudieron ponerle en aprieto.

Ocho décimas al segundo y al tercero, pero más de dos segundo al décimo, un Stroll que ya daba gracias por haber llegado hasta el final de la clasificación. Y, lo más doloroso, un segundo y medio a Fernando Alonso, que fue noveno y confirmó lo que todo el mundo sabe desde hace varias carreras: el suflé ya no existe, y la cruda realidad es que Aston Martin es el quinto coche de la parrilla. Cuanto antes lo asuman, mejor.

Dicen haber diagnosticado el estancamiento del rendimiento del AMR23, pero difícil explicación pueden darle viendo, por ejemplo, cómo McLaren se ha confirmado como la nueva sorpresa del Mundial. Piastri y Norris fueron sexto y séptimo y le metieron al asturiano más de medio segundo, por no hablar de Hamilton cuarto o de Russell octavo, este último con más problemas, pero aún así por delante.

La noticia positiva para los españoles fue el quinto puesto de Carlos Sainz, reconciliado con Ferrari aparentemente. Bajo la lluvia, no obstante, se pudo ver a un Carlos mucho más competitivo, pero conforme salió el sol sus prestaciones se fueron estabilizando. Mucho por decidir este domingo, en definitiva, aunque el sábado viviremos una jornada al sprint de infarto.

Placeholder mam module
Libres y Clasificación del Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1, en directo: última hora de Alonso y Sainz en Spa-Francorchamps
Mostrar comentarios

Códigos Descuento