Carlos Alcaraz logró una remontada épica en su primer partido tras la conquista de Wimbledon, una sufrida victoria ante David Goffin en la tierra batida de Marsella que cerró en el supertiebreak con un marcador de 4-6/6-4/10-8. El murciano volvió a emocionar con un partido que mantuvo con vida a España en la Copa Hopman tras la derrota en el primer partido de la jornada de la española Rebeka Masarova ante Mertens, aunque no pudo duplicar la gesta en el dobles - con la aplastante derrota por (3-6/1-6)-y la clasificación a la final pende de un hilo.
El murciano volvió a poner los pies en la tierra, tanto de manera literal como figurada, pues Goffin tenía preparada una verdadera trampa para el español que le obligaría a bajar de la nube de su reciente conquista en Wimbledon. El belga, que ya sabe lo que es ganar al número uno tras la conquista de un grande, pues lo logró después de que Carlitos levantara el US Open, realizó un partido perfecto que solo la genialidad del más grande pudo revertir.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero empezó confiado, y pronto se encontró con una bola de rotura que no aprovechó. Fue un error perdonar ante un Goffin con ganas de guerra, pues este sí que utilizó la primera bala que tuvo a su disposición para romper el saque del murciano y ponerse al frente del marcador.
Se percibía a un Alcaraz precipitado, jugando los puntos a la velocidad de la hierba en una supeficie que pide más trabajo en el peloteo, y los puntos empezaron a caer en favor de su oponente, también más rodado en las pistas de Marsella. Además, Goffin disfrutaba más al resto que al saque con devoluciones potentes y profundas incontestables para Alcaraz, una pesadilla para el de El Palmar.
Así, el belga se revolvió para volver a romper un saque recuperado previamente por Carlitos, y con un recital de tenis selló la primera manga a su favor por 6-4.
La precisión del belga asustaba tanto como la poca lectura de juego de Alcaraz. Con peloteos largos de lado a lado bien sentenciados en a la red, Goffin se colocó de nuevo con 3-1 a favor y amenazó con cerrar un partido que pronto entró en una fase de locura.
La iniciativa del saque dejó de ser ventaja para ambos, y un Alcaraz con tenis a borbotones logró escalar hasta el 3-3 antes de sufrir una nueva rotura y volver a recuperarla para llevarse el set por el mismo resultado que su oponente cerró el primero (6-4).
Como en el partido femenino, todo se debía decidir en el supertiebreak, nuevo momento de crisis para Alcaraz. El español se desconectó, se llegó a poner 0-4 abajo, y volvió a activar el modo destrucción. Con paciencia igualó la contienda hasta el 8-8, momento en el que la presión desbordó a su rival.
El dobles fue demasiado para Alcaraz
La victoria del murciano equilibró la cuenta en el marcador global, dejando todo abierto a un doble mixto Alcaraz-Masarova vs. Mertens-Goffin, un partido en el que Bélgica se jugaba la vida y en el que estuvo a la altura de las circunstancias para batir a la dupla española.
Un Alcaraz mermado físicamente trató de llevar la voz cantante de una pareja española muy joven e inexperta, pero la apabullante superioridad de Goffin y Mertens sobre el papel se trasladó a la pista. David desplegó un tenis exquisito en la red, mientras que Mertens, la más rodada de los cuatro en la modalidad por equipos, sostuvo al equipo belga en los pocos momentos en los que España pudo hincar el colmillo.
Bélgica fue un rodillo y España encajó una derrota que le obliga a ganar los tres partidos ante Croacia de este sábado para pasar de manera directa a la final, aunque las matemáticas podrían dar opciones inlcuso con un 2-1 que equilibrara los resultados de los tres equipos. La gesta está en manos de Masarova y Alcaraz.
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