El mundo del baloncesto está de luto. El mítico Mirko Novosel, considerado el mejor entrenador croata de la historia, ha muerto a los 85 años. Dominó los banquillos europeos ente la década de los 79 y los 90, al igual que Ranko Zeravica y Aleksandar Nikolic.
Su valía como entrenador se confirmó con importantes éxitos. Dirigió a una recién creada selección de Croacia al bronce en el Eurobasket de Alemania en 1993, a pesar de sufrir recientemente la pérdida de su estrella Drazen Petrovic por un accidente de tráfico.
Y precisamente la vida profesional del técnico croata no se entiende sin la figura de este jugador, con quien cosechó sus éxitos más conocidos. Con Yugoslavia ganó dos oros continentales, una plata mundial y una plata y un bronce olímpicos.
Pero si por algo se le conoce sobre todo en España es por ser la bestia negra del Real Madrid. Junto a Petrovic, dominó Europa al frente de la Cibona, equipo de Zagreb que tantas malas noches le dio al equipo blanco.
Como entrenador de clubes, ganó la Copa de Europa de 1985, dos Copas Saporta, dos Ligas de Yugoslavia y siete Copas, lo que hizo que la Cibona fuese una potencia liderada por Petrovic, Nakic, Cutura, Knego...
En 2007 ingresó en el Hall of Fame de Springfield y tres años después, FIBA le incluyó en su Salón de la Fama, dejando claro que su figura ha sido cuanto menos destacada en el mundo del baloncesto.
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