La final de la Europa League acabó con un nuevo título europeo para el Sevilla y un auténtico espectáculo por parte de José Mourinho. El técnico de la Roma no se tomó nada bien la derrota y, motivado por unos presuntos errores arbitrales, llegó incluso a esperar en el aparcamiento al colegiado para pedirle explicaciones.

Ahora, unas semanas después, la UEFA ha decidido "suspender al entrenador José Mourinho por los próximos cuatro partidos de competición de clubes de UEFA en los que de otro modo participaría, por dirigir lenguaje abusivo a un oficial de partido".

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El Órgano de Control, Ética y Disciplina de la UEFA también ha multado a la Roma con 50.000 euros y la prohibición de vender entradas a sus seguidores visitantes para el próximo partido que disputen en una competición UEFA.

Es la consecuencia de "encender fuegos artificiales, lanzar objetos, hace actos dañinos y generar disturbios en la grada". Pero es que la sanción no queda ahí, puesto que también se denuncia conducta impropia del equipo, por lo que se le castiga con otros 5.000 euros.

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También se pide a la Roma que "se ponga en contacto con la Federación Húngara de Fútbol en un plazo de 30 días" para la reparación de las papeleras rotas, cajas de papel, vasos, enchufes y demás desperfectos que ocasionaron sus aficionados.