Desde que Fernando Alonso conquistase las 24 horas de Le Mans en 2019, ningún otro español había logrado volver a lo más alto en la histórica carrera hasta Albert Costa. El catalán se ha coronado este domingo en su debut en el trazado francés al volante del monoplaza de Inter Europol Competition en la categoría intermedia del Mundial de Resistencia (LMP2).

No tenían, ni mucho menos, todas las condiciones de cara para proclamarse campeones en el circuito de la Sarthe. Partían desde la decimotercera plaza en el arranque de la carrera, pero en 24 horas puede pasar de todo. De hecho, Costa y sus compañeros, el suizo Fabio Scherer y el polaco Jakub Śmiechowski, bien lo saben, pues el propio Albert tuvo dos salidas por la lluvia y llegó a toca el muro y a otro coche, aunque su Oreca 07 Gibson con el número 34 permaneció sin daños.

Por si fuera poco, ya liderando la prueba y sintiendo la presión de los rivales por detrás, tuvieron que empujar al máximo para cumplir un drive through sin perder la posición, y acabaron sin radio de equipo, sin poder hacer relevo para no pasarse de tiempo y con Scherer conduciendo lesionado. "Tenemos la suerte de los campeones", reconoció el catalán a SoyMotor, recordando la frase de Dani Juncadella.

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La victoria de Costa en su primer intento en Le Mans cobra también especial importancia porque ha tenido lugar en el centenario de la mítica carrera, pilotando un coche teóricamente con menos prestaciones en un equipo humilde, al que llegó el pasado mes de febrero tras quedarse sin contrato después de que concluyese su vinculación con Lamborghini.

Se trata además de la primera victoria del equipo esta temporada, en la que solo había podido celebrar un meritorio tercer puesto en las seis horas de Spa y una espectacular remontada hasta el cuarto lugar en las mil millas de Sebring. Con este resultado, Inter Europol Competition se pone segundo en la clasificación general.

Ferrari gana en Hypercar 57 años después

El otro español en el Mundial de Resistencia, Miguel Molina, piloto de Ferrari en la máxima categoría, Hypercar, no tuvo la misma suerte que Costa, pues los problemas mecánicos lastraron el coche que comparte con Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen y solo pudo ser quinto. 

Sin embargo, fue el otro coche de la 'Scuderia', el número 51 de los italianos Antonio Giovinazzi y Alessandro Pier Guidi y el británico James Calado, el que se proclamó campeón en Le Mans. Un hecho histórico, pues el equipo italiano lo ha conseguido en su primer intento en su regreso al WEC, 57 años después desde que lo lograse por última vez.