Los Mossos d’Esquadra han emprendido una nueva operación contra los Casuals, una organización radical criminal perteneciente a la rama más violenta de los Boixos Nois, ultras del FC Barcelona, en la que han sido detenidas hasta el momento 17 personas. Sin embargo, su cometido estaba muy alejado, y cada vez más, del ámbito futbolístico, y centrado en operar como una banda organizada.

La banda está liderada desde sus inicios por Ricardo Mateo López, y aunque fue desarticulada en 2003 (por robar mercancía a narcotraficantes) y en 2013, tras un juicio masivo por extorsionar a empresas del ocio nocturno de Barcelona intentando hacerse con el control de diversas salas de fiestas, según informa Crónica Global.

Ese último golpe, como decimos, resultó en la desarticulación de la organización, pero los Casuals fueron capaces de resurgir y reestructurarse. Una década después, su cartera de delitos es mucho más amplia, entre los que se incluyen homicidio, desórdenes públicos, secuestro, tenencia de armas, contra la salud pública, extorsión, pertenencia a organización criminal... 

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Los Mossos, además, investigan si entre otras actividades delictivas, Casuals pudo haber extorsionado recientemente a trabajadores de la seguridad privada para hacerse con el control de las puertas de las discotecas, como ya hizo en el pasado, cambiando su modus operandi para forzar a los empresarios por nuevas vías.

Su cabecilla, Ricardo Mateo López, no ha sido localizado todavía por los Mossos, que registraron este viernes su domicilio. La sentencia judicial de 2013 lo consideró como el “aglutinador” del grupo, en la cúspide de la banda criminal, y lo colocó en una “posición preeminente” que parece conservar hasta la actualidad. Como su mano derecha, además, el auto señaló a Antonio Torn Albarracín, alias 'Antoñito', e inmediatamente por debajo a Lorenzo Pérez Bujalance, alias Jou y Tarzán, aunque con menos autoridad.

De esta 'directiva' criminal, a su vez, dependían dos categorías. La primera, la principal, eran los propios Casuals, criminales curtidos en delitos de diversa índole y capaces de ejecutar las acciones que les encargaba Mateo, el “indiscutible líder" que "decidía por ellos qué encargos criminales se aceptaban y cómo debían llevarse a cabo, proponiendo y dirigiendo la actividad ilícita propia de la banda”.

Tras ellos, en la base de la pirámide, se ubicaban los minicausals, que acometían las labores menos agradecidas y de más riesgo, peones que asumían las tareas de más exposición, como la extorsión a clubes nocturnos barceloneses de los 2000 como Razzmatazz, Pachá, Opium, La Madame y Discotèque. Entre ellos estaba Francisco Pérez, alias 'Paco el Gordo', que sí ha sido detenido en el marco de la operación Hydra.

Así, Casuals llegó a operar como una franquicia en la que otros grupos criminales llegaron a utilizar su nombre para ejecutar acciones delictivas, porque les ofrecía protección y garantías. Pasaron de grupo hooligan del FC Barcelona a banda criminal, a extorsionar empresarios y amenazar testigos, y de ahí a ser una garantía para muchas otras bandas catalanas, que podían proceder con seguridad, sin miedo a vuelcos o robos de droga entre traficantes.