El deportista madrileño Álex Villar, más conocido por sus desafíos en salto base, ha fallecido este pasado viernes a los 34 años tras sufrir un accidente en el Valle de Chistau, al lanzarse al vacío desde un peñasco en Punta Calva. El atleta, natural de Huesca, tuvo algún problema en su equipo de salto que le impidió completarlo con normalidad, y acabó precipitándose al vacío en el paraje natural localizado dentro del municipio oscense de Plan.

El Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de Boltaña (GREIM) recibió el aviso sobre las 10.30 horas de la mañana del viernes y activó el operativo para localizar y rescatar a Villar. Inmediatamente, comunicaron a la central 062 de la Guardia Civil de Huesca que se había producido el accidente para que se dirigiese al lugar un helicóptero de la Guardia Civil de la Zona de Aragón, con base en Huesca, el GREIM de Boltaña y un médico del 061.

Tras sobrevolar la zona, localizaron al accidentado en un canal pedregoso. Mediante un ciclo de grúa, los especialistas de montaña descendieron hasta el punto exacto donde estaba el accidentado, que presentaba lesiones incompatibles con la vida.

Tras dar aviso a la autoridad judicial, se ha procedido, por componentes del GREIM, al levantamiento del cadáver y su traslado en helicóptero de la Guardia Civil hasta la helisuperficie de Boltaña y de allí por servicios funerarios al Instituto Anatómico Forense del Hospital Provincial de Huesca. Las causas del accidente se encuentran en investigación.

Villar era instructor de parapente, paracaidismo y salto base. Se inició en el paracaidismo en el 2013 y contaba con más de 2.000 saltos en avión. Un año después empezó con el speed flying y el parapente, En 2015 empezó con el salto base donde acumulaba más de 1.000 experiencias. Quizá la más relevante fue la que protagonizó hace cuatro años cuando pasó por el Arco de Piedrafita, en la Sierra de Partacua (Huesca).