Como puede suceder con un entrenador o un presidente en fútbol, su mérito al construir equipos ganadores suele quedar eclipsado por los auténticos protagonistas, los jugadores. Y la Fórmula 1 no es distinta. Todo el mundo sabe quiénes son Lewis Hamilton, Max Verstappen o Fernando Alonso, multicampeones del mundo. Todo el mundo sabe que Red Bull, Mercedes y Ferrari son las escudería más grandes del mundo. Pero... ¿Quién hay detrás de sus hazañas y de sus coches ganadores?

Muy pocos aficionados podrían señalar a los creadores de los monoplazas que hicieron ganar tanto a Michael Schumacher, por ejemplo, pero sí hay un nombre cuyo increíble trabajo ha logrado trascender incluso a los campeones que forjó gracias a sus coches. Y ese no es otro que Adrian Newey, el diseñador, ingeniero y aerodinamicista con mejor palmarés de todo el paddock, un auténtico genio en su campo, que acaba contrato con Red Bull y está provocando un sinfín de rumores sobre su futuro.

La mente maestra de Red Bull, protegida a toda costa

No es para menos dada su trayectoria, aunque el director de equipo de Red Bull, Christian Horner, ya ha dejado claro que el futuro de Newey y del equipo de Milton Keynes están lejos de separarse: "Adrian es un hombre con un gran compromiso con Red Bull. Tiene un acuerdo con el equipo de forma personal e intransferible para los próximos años".

Y es que el papel del diseñador en Red Bull va más allá de lo profesional y de la Fórmula 1. Es su casa, donde sabe que tiene un hueco reservado, a sus 65 años, como directivo o ejecutivo de la marca. Además, le permiten trabajar por libre en otra de sus grandes pasiones, los coches deportivos 'de calle'. Tanto, que incluso ha diseñado algún modelo para Aston Martin, lo que ha avivado aún más la rumorología en torno a él.

"Está muy contento y va a querer seguir con el trabajo que está realizando desde hace muchos años con nosotros. No hablamos de contratos, ni de su duración, pero estará aquí muchos años. Es una parte muy importante y popular de nuestro equipo, y su corazón está todavía muy en la F1" ha aclarado Horner en los últimos días, confiado en poder seguir contando con el cerebro privilegiado de Newey.

Aun así, el ingeniero británico tiene todavía un anhelo por cumplir, diseñar un coche de calle para Ferrari, pero no debería tener problemas a largo plazo para poder cumplirlo. Por lo demás, como ha insistido en insinuar Horner, su vida es y está en Red Bull, donde están muy contentos por seguir contando con él: "Es genial tenerle con nosotros a largo plazo, pero también que esté involucrado en algunas de las cosas en las que nos estamos involucrando ahora".

Media parrilla suspira por hacerse con sus servicios, pero hay un equipo en concreto cuya ambición no conoce límites tras arrancar de forma espectacular el Mundial 2023. Aston Martin ya ha planteado ofertas seductoras al ingeniero inglés, para seducirle en un nuevo proyecto donde culminar su dilatada y exitosa trayectoria. La guinda del pastel a un periplo de más de tres décadas en el que, curiosamente, nunca ha fabricado un coche para Fernando Alonso.

La relación amor-odio de Pérez y Verstappen en Red Bull, la esperanza de Alonso y Aston Martin

La ambición que une a Lawrence Stroll y Fernando Alonso: "Los podios son geniales... pero para el jefe no es suficiente"

El mejor diseñador de la historia de la Fórmula 1

Esta mente maestra de la aerodinámica lleva desde 1990 trabajando para equipos de Fórmula 1, y diseñando casi siempre coches ganadores. Revolucionó una disciplina en la que la aerodinámica carecía de la importancia que tiene ahora, y fue capaz de crear, por ejemplo, los últimos bólidos de Williams capaces de ganar mundiales de pilotos (Mansell, Prost, Hill, Villeneuve), y constructores (1992, 1993, 1994, 1996, 1997).

Desde su marcha del equipo inglés, basta con observar su trayectoria para comprender la magnitud del trabajo de Newey, que aún así no siempre lo tuvo fácil. Se marchó a finales de los 90 a McLaren y dotó a Mika Hakkinen de un coche que le hizo bicampeón del mundo, en un equipo que ganó el Mundial de constructores de 1998. Sin embargo, su trabajo se estancó y su mala relación con Ron Dennis le llevó a abandonar la escudería en 2005.

Ese mismo año, Red Bull adquirió Jaguar Racing para fundar su propia escudería, y uno de sus fichajes estrella para 2006 fue Newey. La mejor decisión que jamás tomaría la escudería austríaca. Para 2009, Red Bull ya era tan competitivo que fue subcampeón tras Brawn GP, y entre 2010 y 2013, de la mano de Sebastian Vettel, cambiaron su historia por completo con cuatro títulos mundiales para el equipo y para el piloto alemán.

A partir de ese año, Adrian Newey se fue alejando del protagonismo en la construcción de los Red Bull, empujado por un cambio de reglamentación que sólo Mercedes supo aprovechar para dominar, aunque nunca ha sido capaz de dejar ir esa pasión por diseñar, como se notó en los modelos que hicieron a Max Verstappen bicampeón mundial, que devolvieron a la escudería austríaca el campeonato de constructores 9 años después, en 2022, y que siguen dominando en 2023.

En total, siete pilotos distintos han ganado con sus coches 12 campeonatos mundiales, y sus equipos han logrado otros 11 trofeos mundiales de constructores. Más de 200 victoria en Grandes Premios, infinidad de podios y vueltas rápidas, todas obra del ingeniero más importante quizá de la historia del 'Gran Circo', por el que ahora suspira Aston Martin a pesar de contar con su pupilo más aventajado, Dan Fallows.