La era Luis De la Fuente empieza fuerte, y lo hace gracias a Joselu Mato, que hizo funcionar los cambios del preparador que ha apostado por él por fin en la Roja y detonó un partido complejo con un doblete de ensueño en tan sólo dos minutos. España aplastó a Noruega (3-0) para el deleite y disfrute de los 29.000 aficionados que acudieron a La Rosaleda para presenciar el debut del nuevo técnico, con nuevas ideas y nuevos jugadores, encarrilando ya desde el principio su clasificación a la Eurocopa 2024.

El marcador, mucho antes, lo inauguró Dani Olmo de tacón, demostrando que conserva el olfato que siempre ha demostrado en la absoluta. Noruega lo intentó y tuvo ocasiones que, en botas de Haaland, habrían perforado las mallas españolas. Kepa, que regresaba a la Selección, se lució con un par de paradas de mérito, y Nacho que también volvía demostró porque nunca debería haber dejado de ir. Aspas, que necesitaba reivindicarse, fue el único que desentonó.

Fue un partido que empezó y acabó en fiesta, como todos querían en el debut de Luis De la Fuente, pero que desgraciadamente recordó en muchos pasajes al calvario de falta de ideas ofensivas del Mundial. El gol llegó muy pronto en la primera parte, y España se acomodó en exceso tras verse incapaz de volver a encontrar huecos. El único centro bueno de Balde en todo el partido encontró casi sin querer el tobillo de Olmo, y Nyland no pudo reaccionar.

A partir de ahí, una Noruega sin Haaland pero con mucha intensidad dio un paso adelante, y empezó a encontrar ocasiones más peligrosas de lo que el novel en el banquillo de la absoluta habría deseado. Odegaard y Sorloth fueron, como se esperaba, los principales responsables del resurgir de su equipo, pero la línea defensiva española fue muy sólida. Gran noticia refrendada por un Kepa que está muy en forma.

RFEF

La segunda parte empeoró aún más, se volvió soporífera. Luis De la Fuente, salvo que este sea su libreto, tiene mucho trabajo que hacer. Noruega tampoco puso de su parte, y perdió la fe poco a poco. Al final, Ceballos tuvo minutos en su regreso también, pero todos los focos se los llevó otro debutante, Joselu Mato.

Salió con poco tiempo para demostrar por qué es temido por todas las defensas españolas, pero lo hizo con creces. El primero, marca de la casa, en un cabezazo picado por detrás de su marca y engañando al portero, y el segundo empujando un rechace. Nada sofisticado, ni falta que le hace a una España con demasiado toque y poco martillo. Aquí tiene uno De la Fuente, uno que viene con un hambre voraz por aprovechar cada segundo con la camiseta de la Roja.

Viento en popa para España, que debe aprender del sufrimiento que ha experimentado, y de la pegada que ha exhibido cuando ha insistido de verdad, con imaginación y contundencia. Espaldarazo inicial para un Luis De la Fuente que puso su toque con los cambios, muy acertados, y que debe aprender a ganar, ganar, ganar y volver a ganar, como hizo en las inferiores, para que España sueñe con cosas grandes. La más próxima, la Eurocopa 2024.