Aston Martin es la sensación del Mundial 2023 de Fórmula 1. Todo el mundo esperaba maravillas de Red Bull, y están dominando con suficiencia en los primeros compases de temporada, con algún susto como el de Verstappen en la clasificación de Jeddah, y otros equipos punteros están sufriendo mucho más de lo que deberían para seguir la estela de los coches austríacos y de los británicos, sobre todo Ferrari y Mercedes.

En la escudería alemana, sin embargo, el impacto negativo de su decepcionante arranque de Mundial ha tenido un efecto mucho más profundo, y por una buena razón. Mercedes es el principal distribuidor de Aston Martin. Le proporcionan a los de Silverstone la unidad de potencia, la caja de cambios, y el chasis trasero, lo que primero provocó ciertas 'burlas' porque el AMR23 era 'una copia' del W14, y ahora ha hecho crecer aún más la crisis en Mercedes.

Es inaceptable para toda una superpotencia como el equipo dirigido por Toto Wolff, que insinuó que debían tirar el coche por completo "a la basura", que un equipo cliente les haya superado ya en dos fechas consecutivas, a la espera de lo que suceda en la carrera. Además, todo apunta a que el AMR23 crecerá mucho con el paso de los Grandes Premios, pero el W14 tiene pinta de que se estancará.

Eso, si el concepto actual del coche aguanta vivo a final de temporada. Hamilton se quejó de que no lo habían hecho caso en el diseño del coche, y puede que llevase razón, porque su idea ha demostrado ser fallida. Insistieron en el concepto del W13, que tampoco funcionó muy bien, sin pontones ni demasiada transgresión aerodinámica, y así les está yendo. No sería de extrañar que cambie por completo el monoplaza en las próximas carreras.

Lo que tampoco sería de extraña ni se puede descartar es que Mercedes "boicotee" a Aston Martin. Desde el punto de vista empresarial, sería extraño, porque la marca automovilística Mercedes tiene acciones en AM, y posee sólo el 33% del equipo de Fórmula 1 del que son fabricantes principales. Había rumores que apuntaban a un mejor uso de los motores Mercedes por parte de Fernando Alonso, lo que habría provocado que Mercedes decidiese ceder sus mejores motores a un equipo cliente para potenciar su imagen como fabricante.

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Algo inaceptable a todas luces para la escudería alemana, y lo que podría ocurrir es justamente lo contrario. La escudería sigue controlando cómo motoriza al resto de equipos, y al verse superados podrían decidir cederles los peores motores de todos. Eso implicaría que Aston Martin disfrutaría de unidades de potencia de menor rendimiento incluso que Williams, clientes también de Mercedes.

En Baréin, el motor Mercedes entregaba 3 Kw más que el mejor de los Aston Martin, lo que equivale a unos cuatro CV de potencia. Imperceptible prácticamente, pero todos los detalles suman. Si Alonso y Aston siguen rindiendo a este nivel, les será complicado que Mercedes mire para otro lado, para bien si les ceden los mejores motores, o para mal si se cabrea la escudería principal. Que se anden con ojo en Aston Martin, porque hecha la ley, hecha la trampa, y Mercedes parece dispuesto a cualquier cosa por ser competitivo.