Después de meses en los que Aston Martin fue la comidilla del paddock, donde se rumoreaba que serían el equipo revelación, después de unos test de pretemporada tan esperanzadores como impredecibles, llegó el momento de la verdad, y Fernando Alonso volvió a asombrar al mundo entero a lomos del AMR23. 

Inició oficialmente el Mundial 2023 de Fórmula 1 con los entrenamientos libres 1 y 2 del Gran Premio de Baréin, y el piloto asturiano marcó el mejor tiempo de todo el viernes (1:30:907), a 0,169 milésimas del vigente campeón del mundo, Max Verstappen, y a 0,171 milésimas de su compañero, Sergio Pérez, para desatar la locura en Aston Martin y en medio planeta.

La primera ronda, por la mañana, era la menos significativa de las dos por las condiciones de la pista y el horario, pero aún así sirvió para anticipar la dinámica que iban a seguir los entrenamientos. Ningún piloto forzó, pero Pérez impuso el ritmo con su Red Bull, con Alonso segundo y Verstappen tercero. Los protagonistas absolutos de la jornada, y eso que estuvieron usando el neumático medio.

En esa primera sesión, tampoco demasiado en la segunda, Ferrari no dio señales de vida. De hecho, Sainz trompeó a la salida de una curva y dio uno de los sustos de la jornada. Leclerc tuvo algo más de ritmo, pero se nota que están sufriendo diversos problemas aún por identificar, relativos sobre todo a temas de potencia, sobreviraje y degradación. Idéntica situación a la de Mercedes, con muchos problemas hidráulicos y de aerodinámica, desaparecidos en combate en ambas rondas... ¡Con Hamilton por detrás de Lance Stroll!

Y es que, más allá del rendimiento de Alonso (que ahora analizaremos), la gran noticia para Aston Martin en estos entrenamientos fue el regreso de Stroll al volante después de su accidente de bici. Y hay que recalcar que se rompió ambas muñecas (de hecho se quejó de ello por radio, aún le cuesta pilotar), porque sin haberse subido un solo minuto al AMR23, quedó en ambos libres entre los seis primeros, superando como decimos a pilotos como Hamilton. Si un Stroll lesionado y sin rodaje puede hacer eso con el monoplaza verde...

Algo han hecho bien en Aston Martin que se les ha escapado a sus, a priori, rivales para esta temporada. Alpine y McLaren han ido mejorando respecto a las pesimistas sensaciones de los test de pretemporada, pero siguen anclados en la zona media de parrilla, peleando con otros equipos que sí han dado un paso adelante. Muy bien y muy sorprendente Haas, con Hulkenberg quinto, y muy bien también Alfa Romeo.

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Sin embargo, la acción de verdad llegó en los libres dos. A la misma hora del comienzo de la clasificación del sábado y de la carrera del domingo, de noche, con las mismas condiciones de luminosidad y temperatura que se esperan cuando empiece la competición... Y Fernando Alonso volvió a hacer magia como hacía años no se le veía.

Iba tan sorprendentemente sobrado, que imitó a los Red Bull y salió primero con neumáticos medios. Mientras Leclerc marcaba el mejor tiempo momentáneamente con los blancos, el asturiano clavaba los tiempos de Pérez con el compuesto medio, hasta que todos decidieron poner las cartas sobre la mesa. Pérez marcó un tiempazo, y se esperaba que Verstappen lo pulverizase, pero no fue él.

Ahí apareció Fernando Alonso, siendo el único piloto capaz de bajar del 1:31, dejando atrás a la pareja de coches más rápida de los últimos años. Seguramente Red Bull se esté guardando algo, pero nadie esperaba un rendimiento tan sobresaliente de Aston Martin, por mucho que se trate de unos entrenamientos. Y menos todavía cuando Alonso demostró que, en tandas largas, también puede mirar a la cara a la marca austríaca.

Tanto Alonso como Verstappen realizaron un simulacro de carrera de unas 10-12 vueltas, cargados de gasolina (aunque siempre es una incógnita), y el AMR23 confirmó lo que venía demostrando: disfrutan de degradación negativa, por lo menos en Sakhir. Esto quiere decir que, vuelta a vuelta, la pérdida de gasolina compensa la degradación de las ruedas, de modo que el coche va más rápido conforme pasan las vueltas, en lugar de ir perdiendo algo de ritmo.

Así, la batalla de las telemetrías en la distancia vio como Alonso mejoraba los tiempos de simulación de carrera de Verstappen y su RB19, aunque por poco. Tiempos muy parejos vuelta a vuelta, todos rondando el 1:36/1:37, unas veces más favorables a Fernando, otras a Max. Al final, promediaron un 1:37:22 el neerlandés, y un increíble 1:37:24 el español. 

Así acabaron los libres 2, con un Fernando Alonso imperial que parece haber dado con la tecla una década después de pelear su último campeonato del mundo y de lograr una pole, con Ferrari en 2012. Sueña Alonso, sueña Aston Martin, y sueña una 'marea azul' que nunca dejó de creer, pero sí de soñar. 

No se pueden sacar conclusiones precipitadas de un entreno, y menos en un deporte como la Fórmula 1, pero las posibilidades para Fernando son infinitas con el AMR23, y podría mirar cara a cara a los Red Bull para poner patas arriba el Mundial 2023. Mañana, la clasificación confirmará si estamos viviendo un sueño despiertos, o si Aston Martin no ha sido más que un espejismo todo este tiempo.

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