Noël Le Graët dimitió este martes como presidente de la Federación Francesa de Fútbol, aunque ya llevaba apartado de su cargo desde el 11 de enero. Esta decisión se anunció durante la reunión del Comité Ejecutivo de la FFF, en la que se trataron los casos turbulentos que rodean al que fuera su máximo dirigente durante los últimos 11 años, en especial los relacionados con Zidane y con casos de acoso sexual en la Federación.

No obstante, la salida del cargo de mandatario galo, de 81 años, no le supondrá ningún perjuicio evidente, ni a la FFF, que ya cuenta con Philippe Diallo como presidente desde que se apartó a Le Graët, ni para el propio presidente saliente, que encontró de manera inmediata una nueva solución para su futuro. Tampoco esos escándalos parecen haber menoscabado su prestigio ni su reputación.

Las puertas giratorias no solo existen en España, y Le Graët no podría haber contado con una mejor. Apenas unos instantes después de su dimisión, Gianni Infantino decidió ofrecerle un puesto ejecutivo dentro de la FIFA, sin importar los escándalos que obligaron en primer lugar a su cese inmediato como presidente del fútbol francés.

El que fuera máximo dirigente del fútbol francés no ha tardado en encontrar un nuevo acomodo, gracias a Infantino, que ha colocado al polémico directivo galo dentro de la FIFA, en concreto como nuevo presidente de la Oficina de París del máximo estamento del balompié mundial.

"Liderará la oficina de París. Fue nombrado por sus habilidades, conocimientos y experiencia", afirmó Éric Borghini, miembro de la FFF, dejando entrever también que el ya ex-presidente contaba con mucho apoyo aún dentro de la Federación: "La reunión salió bien, la razón prevaleció. El presidente renunció como se esperaba, fue extremadamente conmovedor y todos estábamos muy tristes. Fue en ese momento no solo histórico sino emocionalmente muy fuerte para todos cuando agradecimos al presidente por su historial absolutamente excepcional y por ser el gran líder que ha sido".

Unas muestras de apoyo y admiración que poco se corresponden con el comportamiento del mandatario al frente de la FFF. Sus comentarios cargados de odio y de inquina hacia Zinedine Zidane, máximo ídolo futbolístico en Francia, no le dejaron en muy buen lugar, aunque luego intentase disculparse tras cerrarle las puertas del banquillo de 'Les Bleus' a 'Zizou'.

Sin embargo, este solo fue el detonante final para que su cargo saltase por los aires, ya que el pasado 30 de enero se publicó un informe de inspección encargado por el Ministerio de Deportes sobre la gestión en la FFF en el que se denunciaba un "ambiente sexista y violento", así como otras "disfunciones" y, sobre todo, se insistía en que Le Graët dejó que la situación empeorara.

La conclusión de los redactores de ese documento es que ya no tenía "la legitimidad necesaria para administrar y representar al fútbol francés", entre otras cosas por "una actitud problemática" hacia las mujeres que "puede calificarse como mínimo de sexista".  Pese a todo, tras su dimisión se espera que Le Graët ponga en duda todas esas acusaciones y lance una operación de defensa, en el terreno mediático y jurídico.

"Noël Le Graët no tiene nada que reprocharse. El informe es nulo", señaló este martes en una entrevista televisiva en la cadena France 5 el abogado del expresidente de la FFF, Thierry Marembert, que además acusó a la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, de haber manipulado a los inspectores.