El portugués Cristiano Ronaldo siempre será madridista, a pesar de llevar fuera del club desde 2018. Ni él quiso o pudo volver, ni el Real Madrid llegó a estar realmente interesado en su regreso, a pesar de los rumores surgidos el pasado diciembre. Una oportunidad perdida para forjar un regreso legendario, aunque segundas partes casi nunca fueron buenas.

Sin embargo, como se pudo ver cuando Ronaldo entrenó en solitario en Valdebebas, la relación entre club y jugador es excelente. Incluso con el presidente, Florentino Pérez, a quien pidió personalmente poder usar las instalaciones del Real Madrid. Además, antes de la pandemia, el máximo goleador de la historia merengue había acudido al Santiago Bernabéu a ver algún partido del equipo.

En plena Supercopa de España, CR7 ha querido escribir un nuevo capítulo en esa historia de amor entre el club de Concha Espina y el astro luso. Ronaldo ha aprovechado su reciente fichaje por el Al-Nassr saudí y su presencia en Riad para visitar este viernes el entrenamiento del Real Madrid en la capital de Arabia Saudí, mientras preparaban la final de la Supercopa de España, en la que se enfrentará el próximo domingo al Barcelona.

El portugués hizo malabares para ocultarse lo máximo posible de la prensa y vivir un reencuentro apacible e íntimo con algunos de sus ex compañeros. Para ello, se refugió en un banquillo del terreno de juego de la que es ahora su Ciudad Deportiva, para hablar con tranquilidad con el italiano Carlo Ancelotti, el brasileño Roberto Carlos y miembros del club. Aun así, el propio Real Madrid ha hecho públicas diversas fotografías de Cristiano con la plantilla y el cuerpo técnico.

Además, un joven aficionado de Siria cumplió "su sueño", según confesó a los periodistas presentes en Riad, tras poder fotografiarse con su "ídolo" durante un entrenamiento en el que, además de Cristiano Ronaldo, estuvo el resto del equipo del Al-Nassr, que se ejercitó justo después del Real Madrid sobre el mismo terreno de juego.