España, contra su última 'maldición' cuando pasa segunda de grupo en un Mundial

La selección española celebra un gol ante Costa Rica en el Mundial de Qatar.
La selección española celebra un gol ante Costa Rica en el Mundial de Qatar.
EFE
La selección española celebra un gol ante Costa Rica en el Mundial de Qatar.

La selección española accedió este jueves a los octavos de final del Mundial de Qatar 2022 como segunda clasificada de grupo y pidiendo la hora, tras el batacazo ante Japón y gracias únicamente a su goleada ante Costa Rica, que estableció la diferencia de goles necesaria entre España y Alemania. Fue la cuarta vez en su historia que España accedió a las rondas eliminatorias del Mundial en esta posición de desventaja, agravada por el historial español en estas circunstancias: en las tres oportunidades anteriores, su techo fueron los cuartos de final.

Ni en semifinales, ni en octavos. Ni antes, ni después. Si hay una máxima en la trayectoria de España en los mundiales, es que siempre cae en cuartos de final cuando clasifica a octavos como segunda de grupo. Más allá de la famosa 'maldición de cuartos', vigente desde 1950 en Brasil cuando España acabó cuarta hasta Sudáfrica 2010 cuando se proclamó campeona, la irregularidad de 'La Roja' en las fases finales de la Copa del Mundo ha sido una constante variable que ha encontrado su mayor cuota de regularidad en este supuesto tan concreto. Ahora, será misión de Luis Enrique y los suyos evitar que se repita la historia, aunque para eso deberán empezar por vencer a Marruecos en octavos.

El de 1982 fue el primer Mundial en que España accedió a unos octavos de final como segunda de grupo, cuando ejerció como organizadora y anfitriona del mayor espectáculo futbolístico del mundo. Por aquel entonces, el desarrollo del torneo de fútbol de selecciones de mayor prestigio era distinto y existía una segunda fase a la que accedió con sufrimiento, tras el decepcionante estreno con empate frente a Honduras y el triunfo ante Yugoslavia que impidió más sorpresas desagradables tras la derrota contra Irlanda del Norte. Fue, sin duda, un mal presagio. España no prosperó en su Mundial tras caer en segunda fase con Alemania Federal, despidiéndose de la competición en el Santiago Bernabéu con un empate triste sin goles ante Inglaterra.

En el siguiente Mundial, el de México 1986 y la 'mano de Dios' de Maradona, el inicio con derrota ante Brasil condicionó el resto de su camino en el grupo. España reaccionó derrotando a Irlanda del Norte con goles de Emilio Butragueño y Julio Salinas, antes de ganar con autoridad a Argelia para pasar segunda. Después, superó el cruce con el primero de grupo de turno, Dinamarca en este caso, en la mítica y mágica noche de los cuatro tantos del 'Buitre' en Querétaro (1-5), pero cayó con crudeza en la tanda de penaltis de cuartos de final ante la Bélgica de Jean-Marie Pfaff y Vicenzo Scifo, tras el empate a un tanto del tiempo reglamentario.

El codazo de Tassotti, el último precedente.

El último Mundial en el que la selección española avanzó como segunda fue en el de Estados Unidos 1994, todo por un inicio complicado y plagado de empates, ante Corea del Sur y Alemania, que resolvió en última instancia gracias al triunfo ante Bolivia en la tercera jornada. No obstante, su límite fueron de nuevo los cuartos, tras superar en octavos con comodidad a Suiza (3-0), con tantos de Fernando Hierro, Luis Enrique y Begiristain de penalti. 

Luis Enrique mostró su enfado con el colegiado y con Tassotti.
Luis Enrique muestra su enfado por el codazo de Tassotti.
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Tras enderezar su rumbo, aquella prometedora selección española se topó de bruces con Italia, eventual finalista, para caer 2-1 con un tanto de 'Il Divino' Roberto Baggio a tres minutos del final. Unos instantes antes, Julio Salinas había fallado un mano a mano clarísimo que habría desequilibrado el encuentro a favor de 'La Roja'. Sin embargo, la auténtica imagen icónica que dejó aquel encuentro para el recuerdo fue una muy familiar para el seleccionador: Luis Enrique pidiendo penalti con la cara completamente ensangrentada tras un codazo de Mauro Tassotti que le rompió la nariz.

Muchos años después, España ya es campeona del mundo y Luis Enrique ha admitido en sus streams que Tassotti y él lo solucionaron todo. La única cuenta pendiente que le queda a España, y también a Luis Enrique, es la de romper la última 'maldición de cuartos' que queda vigente. Para eso, claro está, deberá corregir muchas cosas y ganar a Marruecos, buena selección que llega además motivada por sus actuaciones más recientes. Una vez esté garantizada la presencia española en cuartos, será el momento de romper esta estadística, sin importar el rival que España llegue a tener delante.

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