El héroe deportivo de Ucrania, Sergey Bubka, oro en Seúl 1988, se hizo cargo de la distribución de los recursos del Fondo de Solidaridad Olímpica dentro del Comité Olímpico Internacional, por expreso deseo de su presidente, Thomas Bach. Esta nueva misión reportaba a Bubka salir de Kiev al inicio del conflicto bélico, para el malestar de sus compatriotas que esperaban que estuviera en el frente de la batalla. Recientemente se han celebrado elecciones dentro del seno del Comité Olímpico de Ucrania y el ministro de Deportes del país, Vadym Guttsait, ha sido elegido como nuevo presidente con un apoyo abrumador. Bubka, renunció después de 17 años en el cargo. Se queda fuera del sueño olímpico de su país. 

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, solicitó en septiembre de 2021 la apertura de una fase de diálogo para explorar sus opciones de organizar unos Juegos Olímpicos de invierno en Ucrania. Ese es el primer paso que deben dar las ciudades o países con aspiraciones olímpicas, según el nuevo sistema de selección de candidaturas. La guerra frenó todo.

Aquella relación Zelenski - Bubka entra hoy en día en cuestión, ya que el mítico deportista poseedor de 35 récords mundiales de salto con pértiga y seis veces campeón mundial, se dedica a coordinar la avalancha de solidaridad en respuesta a la crisis humanitaria de su país. Muchos comités olímpicos nacionales, así como sus federaciones miembro, se vuelcan desde el principio del conflicto con los atletas ucranianos.

El nuevo presidente del Comité Olímpico ucraniano recibió 123 votos, el 83% de la totalidad. Entre los vicepresidentes de la entidad olímpica se encuentran el exdelantero del Milan y Chelsea, Andrey Shevchenko y la directora del Instituto Olímpico Científico y Educativo de Kyiv, Maria Bulatova.