Entrevista

Patricia García: "España es una gran potencia en muchos deportes de equipo, ahora solo falta el rugby"

  • “El rugby es un deporte muy especial por los valores que transmite”, asegura la ex internacional española.
  • “El gran logro de mi carrera ha sido la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río en 2016”.
  • El trabajo al frente de su ONG, PGR, y sus ganas de trabajar por el rugby español marcan su futuro ahora.
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Entrevista a Patricia García, jugadora de rugby.

La ex jugadora de rugby Patricia García (2 diciembre 1989, San Lorenzo de El Escorial, Madrid), diploma olímpico en Río de Janeiro 2016 y múltiples veces campeona de Europa con la selección española, decidió hace escasamente seis meses retirarse del deporte élite aun restándole años al máximo nivel, como ella misma reconoce, y jugando en un equipo puntero como Exeter Chiefs, donde solía dirigir su Academia, en una de las mejores ligas del planeta. Sin embargo, su firme voluntad de poner punto y final a su trayectoria como jugadora en lo más alto del rugby femenino mundial se vió influenciada por el escándalo con la exclusión de la selección masculina del mundial por el caso del pasaporte falso y la consecuente dimisión de Alfonso Feijóo. Así, una decisión personal y deportiva acabó derivando en una breve pero intensa campaña electoral por la presidencia de la Federación Española de Rugby. Pasado un tiempo del proceso electoral, y ya con Juan Carlos Martín ‘Hansen’ a cargo de la FER, Patricia ha tenido el tiempo que buscaba para enfocarse en sus planes de futuro después de dejar la competición, y para comentar su retirada, las elecciones a la FER, su futuro y el estado actual del rugby y del deporte femenino español con 20 Minutos.

¿Cómo se encuentra actualmente y en qué proyectos está involucrada después de anunciar su retirada?
Me encuentro feliz, la verdad. Estoy en un momento muy bonito de mi vida, acabando una etapa deportiva y trabajando psicológicamente en ello. Es un mini duelo que hay que pasar porque estás dejando algo que nunca más va a volver: el deporte de élite, la alta competición… pero vengo mucho tiempo trabajando ese aspecto psicológico, esta decisión personal, y estoy muy feliz de poder pensar ya en esta nueva etapa. Ahora voy a tener mucho más tiempo para la ONG que presido y que fundé hace unos años (PGR). Tenemos muchos proyectos entre manos, como la exposición “Rugby Expo Libre” disponible durante noviembre en mi tierra natal, en la Casa Miñana de El Escorial, y estamos planificando la próxima gira del proyecto ‘Rugby Libre’, que será en España a finales de 2023 y traerá muchas novedades. Más allá de la ONG, con la que hemos estado este verano en Kenia, llevo al día proyectos de emprendimiento, como conferenciante, con mi marca personal, ayudando a la digitalización de entidades y proyectos.

¿Cómo se toma una decisión tan complicada como esa?
Fue una decisión muy meditada, llevaba sabiendo toda la temporada que sería la última. Cuando tuve la oportunidad de volver a vestir la camiseta la selección por última vez, en el campeonato de Europa en Madrid, en España, pensé que era un sueño poder retirarme en casa con mis compañeras y con el título bajo el brazo, y ahí anuncié que sería la última que vestiría la camiseta de la selección. Sin embargo, llegamos a finales de mayo y conseguimos llegar a la final de la Liga inglesa con Exeter Chiefs, y la decisión tuvo que posponerse hasta el 3 de junio, cuando me puse las botas por última vez. A partir de ahí, intentaron convencerme de seguir dirigiendo la Academia como siempre o incluso como entrenadora, pero mi corazón y mi intuición me decían de volver a casa después de 10 años, aunque no descarto otros proyectos internacionales en el futuro.

¿Cuándo pudo confirmar al 100% su elección y se dijo ‘hasta aquí hemos llegado’?
A mí me costó mucho hacerme a la idea, porque compañeros deportistas a los que preguntaba, porque siempre se habla de estos temas, cuándo era el momento y cómo lo puedes saber realmente, muchos me decían que simplemente lo sabes y que se trata un poco de escucharte, de escuchar esa esa parte dentro de ti y esa intuición. Esto no es levantarte un día y decir ‘ya está, me voy a retirar, va a ser la última vez’, es más un periodo de tiempo en el que te vas dando cuenta, que ya te cuesta más ir a un campeonato, te cuesta más ir a entrenar, porque sientes que estás invirtiendo demasiado tu vida en detrimento de todo lo demás y que quieres vivir otro tipo de experiencias en tu vida. He acumulado 384 internacionalidades con España, lo que no quiere decir que no hubiese sido bonito continuar, pero siempre he pensado que quería retirarme en un momento bueno personal de juego. Es difícil describir esa sensación interior que te va indicando que te va costando y que va a ser tu última temporada. Aun así, la he disfrutado mucho.

La retirada requiere mucho trabajo psicológico. Es un mini duelo que hay que pasar.

¿Cómo de difícil ha sido reincorporarse al mundo ‘normal’ después del deporte?
Ha sido complicada sobre todo la parte emocional, porque al final tus seres queridos, amigos y familia se han acostumbrado a hacer una vida sin ti, que llevas 10 años fuera. Es duro volver a casa en esta situación, pero por suerte he podido contar con cierto colchón a nivel emocional porque he nutrido y cuidado la relación con mis amigos y familiares a pesar de la distancia. Además, para mí, pasar de entrenar 8 horas diarias a estar todo el día descansando cuesta bastante, pero al menos estoy disfrutando de tener más tiempo libre para estar con ellos y para hacer cosas cotidianas.

Pasado este tiempo, ¿diría que se arrepiente?
Cien por cien, no. Podría haber aguantado algo más tiempo sin lugar a dudas, yo creo que todavía me quedaban varios años a buen nivel en la élite como estaba haciendo, jugando la Liga inglesa que creo que es, sin duda, la más potente a nivel internacional actualmente, además de ser la primera liga profesional femenina de rugby del mundo, y jugando con el primer equipo, de titular, pero bueno, soy una persona muy exigente conmigo misma y para mí estar en activo es estar en competición, y yo ya no quería seguir como llevaba durante tantos años. No me arrepiento para nada, al contrario, estoy feliz porque estoy viviendo esa otra parte que tanto quería vivir. De hecho, creo que en unos meses o incluso años volveré a practicar deporte, pero de momento no quiero entrar ni en un gimnasio.

Entonces, ¿no echa de menos el rugby?
Como jugadora no, aunque ahora que no estoy entrenando pues estoy echando una mano como puedo a las chicas de la selección en Madrid. Amo el rugby, me encanta, y como entrenadora probablemente desarrolle y siga potenciando esa parte de mi carrera profesional, sé que tengo una buena opción de formación ahí pero estoy todavía reflexionando hacia dónde quiero realmente poner el máximo peso a nivel profesional.

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Patricia García (selección rugby)
Patricia García, en la redacción de 20 Minutos
JORGE PARÍS

¿Está satisfecha con la carrera que ha tenido? ¿Le ha faltado algo? ¿Ha cumplido sus sueños o le queda alguna espinita clavada?
Es difícil decirlo, no sé si he cumplido todos mis sueños, pero sí sé que he logrado todos mis objetivos. A nivel deportivo, verme crecer como deportista hasta donde he logrado llegar, superando mi límite de rendimiento incluso en el plano físico ya con 32 años, y haber jugado en grandes ligas como Nueva Zelanda, Francia, Inglaterra o Japón, implica para mí haber completado todos mis objetivos. En campeonatos concretos, en los Juegos Olímpicos, siempre se puede quedar mejor, pero soy muy afortunada de poder decir que he logrado todo lo que quería, y que es maravilloso observar esa evolución a 5 años vista al mirar atrás, cuando los dibujé con mi entrenador.

¿Con qué campeonato, logro o experiencia resumiría su carrera?
Yo diferenciaría entre logro y experiencia. En cuanto a logro, la clasificación a los Juegos Olímpicos fue lo máximo, porque desde la inclusión del rugby 7 estuvimos trabajando y luchando con ese sueño en mente Todo el equipo y el staff técnico se levantaba sabiendo que ese iba a ser el gran objetivo, el gran premio de nuestra vida a nivel deportivo, y el día que lo cumplimos en Irlanda, en Dublín, fue increíble. Como experiencia, me llevo quizá más el desarrollo y el crecimiento personal, la interculturalidad de haber vivido en diferentes países con personas de todo tipo de lugares, ese trato personal es lo más importante de mi carrera.

Eres la primera persona en realizar un saque de rugby 7 en unos Juegos Olímpicos. ¿Cómo fue la experiencia olímpica?
Fue como vivir soñando despierta. Después de tantos años luchando y visualizando ese objetivo, te ves de repente paseando por la Villa Olímpica y solo quieres que te pellizquen porque parece un sueño. Para otros deportistas, que han participado en dos o tres ediciones, la sensación es diferente, no es tan novedosa y tienen otro tipo de objetivos, pero esa primera vez fue especial, también por cómo se consiguió, en la última oportunidad para clasificarnos. Fue maravilloso porque no solo cumplimos un sueño, si no cumplir los objetivos por los que llevábamos años de trabajo y convivencia, pasando del amateurismo al profesionalismo muchas veces sin recursos. Además tuve suerte de que el masculino jugaba después, y pude hacer el saque inicial, encima en un partidazo como un España-Francia.

¿Cómo ve a España para las World Series de Rugby 7 femenino que comienzan ahora en diciembre? Las 4 mejores clasifican a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Por lo que tengo entendido, el Consejo Superior de Deportes y el Comité Olímpico Español van a impulsar ahora con mucha fuerza todas las becas, ayudas y subvenciones previstas para propulsar por parte del Gobierno a todos los equipos con opciones para clasificarse o tener buenos resultados en París. Desconozco las cuantías, pero eran inyecciones de financiación muy potentes a nivel presupuestario que van a permitir que se genere en España un contexto y una infraestructura óptima para sacar todo el potencial de las jugadoras para competir al más alto nivel. España es un país con mucha cultura deportiva, sobre todo en deporte de equipo, pero no hemos dado ese salto todavía como en otros deportes como fútbol, baloncesto, balonmano, hockey, waterpolo, donde somos una gran potencia, y espero que esta apuesta del COE y el CSD, más la nueva federación, permitan a las chicas dejar de competir en déficit de condiciones.

La parte emocional de la retirada es difícil, porque tus seres queridos se han acostumbrado a hacer su vida sin ti y de repente estás con ellos.

¿Qué diferencias ha podido observar en su experiencia internacional entre la tradición de rugby de Francia, Nueva Zelanda o Inglaterra con la de España?
Este fue uno de los temas que motivó mi candidatura a la FERugby, y por lo que propusimos un programa y un proyecto joven y diferencial. Queríamos y debemos crear en España una plataforma y una estructura que permita al rugby español sacar todo su potencial, siguiendo el ejemplo de Japón sin ir más lejos; una nación emergente a nivel de rugby, sin tradición, que viene trabajando mucho en este contexto, reforzando las estructuras de base del deporte. Si el rugby español quiere un día estar entre las grandes potencias, tenemos que trabajar en impulsar nuestras plataformas, bases y fundamentos para que estén disponibles a nivel estructural para que jugadores, jugadoras, árbitros, entrenadores y demás alcancen todo su potencial. Sería un error pensar ya en grandes jugadores y entrenadores cuando es necesaria una profesionalización del deporte en estos ámbitos y cuando aún faltan la plataforma, el contexto y la estructura para impulsar ese crecimiento de forma sostenible.

¿Cómo fomentaría en España el amor por el rugby? ¿Cómo inculcaría en los niños esa pasión por el rugby para que crezcan queriendo practicarlo, en un país donde todo es fútbol, fútbol y fútbol?
Yo creo que el rugby no es el mejor deporte, pero es un deporte muy especial. A nivel educativo, de desarrollo e inclusión social, priman unos valores concretos como el compañerismo y el respeto, por encima incluso del rendimiento, por lo que es un deporte con todas las herramientas para lograr un gran éxito a nivel social. Además, a nivel mediático es un deporte muy espectacular, de contacto, con placajes, con la ‘Haka’ neozelandesa, incluso con el famoso ‘tercer tiempo’ si se tercia, por eso creo que tiene todos los ingredientes para que las escuelas y centros educativos apuesten por él en edades tempranas, para que los padres y las madres entiendan que es un deporte donde sus hijos se van a sentir incluidos socialmente, con su hueco, su espacio y su importancia, algo que no siempre sucede en otras disciplinas. Desgraciadamente, la percepción de la opinión pública sobre el rugby en los últimos meses ha estado influenciada por la descalificación del mundial del equipo masculino tras la falsificación de un pasaporte, que ha provocado que seamos un grandísimo ejemplo de lo que no hay que hacer, sobre todo si presumimos de unos valores diferenciales.

¿Cuál diría que es el mejor deporte entonces?
Para mí lo tengo claro, es el rugby, porque contiene íntegramente todos esos valores, pero yo no me atrevo a decir que sea el mejor a nivel general frente a otros deportes. No es que sea el mejor deporte, pero sí es un deporte muy especial, uno de los mejores, porque engloba todo lo que ya te he explicado antes.

También ha nombrado su programa electoral para la presidencia de la FER. ¿Cómo vivió todo ese proceso? Con la retirada, la dimisión del Alfonso Feijóo…
Bueno, todo comienza con mi decisión de retirarme. Primero lo anuncié con la selección, pero lo que precipitó hacerlo público del todo fue la clasificación de Exeter Chiefs para la final de la Liga inglesa, que postergó el final de temporada hasta el 3 de junio. Sin embargo, la dimisión de Feijóo se produjo a principios de mayo, después del escándalo con la selección masculina y el mundial, y ya hubo gente de mi círculo que empezó a convencerme de que sería una buena candidata. Siempre he pensado que quería intentar que el rugby español llegase a los más grandes objetivos, y escuché mi intuición para rechazar las ofertas de Exeter Chiefs porque lo que más me motivaba y apasionaba era volver a casa y tratar de aportar. Gracias a un gran equipo de personas con amplia experiencia internacional, y a mi propia experiencia en grandes ligas y en otros ámbitos de la gestión deportiva, pudimos montar una propuesta y un proyecto a contrarreloj pero acorde al salto que creemos que le falta por dar al rugby español. Era momento de proponer el cambio y lo hicimos, porque intentar manchar la imagen de nuestro propio deporte nunca es lo más apropiado.

¿Se vio en algún momento con posibilidades reales de ganar?
Sabíamos que la candidatura de Hansen era la más madura, llevaban tres años ya desde que perdieron las anteriores elecciones con un increíble 42% de voto y sabíamos que eran los favoritos. Ellos tenían sus cartas, pero nosotros quisimos levantarnos y proponer, porque no sirve de nada quejarse si no haces algo cuando tienes la oportunidad. Esa es nuestra filosofía, e intentamos en muy poco tiempo plasmarla en un programa potente, con un equipo abierto y flexible para el cambio que queríamos traer a la federación.

¿Queda pendiente entonces para el futuro llegar a presidir la FER?
No lo descarto, pero tampoco está decidido que nos vayamos a presentar a las siguientes elecciones. Todo esto vino en primer lugar por una sensación de crisis en el rugby español, porque creíamos que podríamos aportar para el futuro. Por eso, lo evaluaremos bien cuando llegue el momento. Ahora hay que darle un voto de confianza a la candidatura de Hansen, que ojalá lo haga muy bien y consolide su mandato, porque entonces hablaremos bien del rugby en España.

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