Lewis Hamilton, nombrado ciudadano honorífico de Brasil: su historia de amor-odio con la afición brasileña

Hamilton celebra su victoria en el GP de Brasil de 2021, imitando a su ídolo Ayrton Senna.
Hamilton celebra su victoria en el GP de Brasil de 2021, imitando a su ídolo Ayrton Senna.
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Hamilton celebra su victoria en el GP de Brasil de 2021, imitando a su ídolo Ayrton Senna.

El 7 veces campeón del mundo de Fórmula 1, Lewis Hamilton, ha sido nombrado y reconocido como ciudadano honorario de Brasil este lunes en una ceremonia celebrada en la Cámara de Diputados, que se encontraba abarrotada para el evento, donde además los legisladores vitorearon y aplaudieron cada palabra de Hamilton, cuyo homenaje al mítico piloto brasileño Ayrton Senna en el Gran Premio de Brasil de F1 de 2021 le sirvió para gozar de tal reconocimiento.

El piloto británico reconoció en su discurso que dedicó aquel triunfo a Senna porque viendo sus carreras, con apenas cinco años, le hizo saber que “quería ser campeón del mundo”. “A través de sus ojos, aprendí la pasión de los brasileños” explicó el piloto de Mercedes sobre el legendario piloto, trágicamente fallecido en un accidente de carrera en 1994.

Sin embargo, esta distinción que entrega ahora la sociedad brasileña a la estrella del automovilismo no significa que la relación entre el país sudamericano y Sir Lewis Hamilton haya sido siempre la mejor, ni mucho menos.

El milagro de Glock que condenó a Massa.

Corría el año 2008, y la temporada de Fórmula 1 llegaba a su fin con todo por decidir en el mundial de pilotos, donde el brasileño Felipe Massa, de Ferrari, cabalgaba a lomos de su ‘cavallino rampante’ a la caza de un Hamilton que marchaba líder, pero acechado por los fantasmas de la temporada anterior, en la que una encarnizada guerra civil con Fernando Alonso como compañero en McLaren acabó desembocando en la victoria de Kimi Räikkönen, compañero de Massa, dejando a ambos sin premio final.

Massa partía de la ‘pole’ y lo tenía todo para llevarse el mundial, toda vez que su máximo rival, con apenas 7 puntos de ventaja en la clasificación, no sumase más de 4 puntos, partiendo de la cuarta posición. La carrera siguió un guion predecible hasta la aparición de la lluvia en las últimas vueltas, que obligó a todos los pilotos a parar para montar neumáticos intermedios. A todos, menos a los pilotos de Toyota, Jerno Trulli y Timo Glock, protagonista absoluto de la historia.

Hamilton supera a Glock en la última curva de Interlagos para proclamarse campeón del mundo de F1 en 2008.
Hamilton supera a Glock en la última curva de Interlagos para proclamarse campeón del mundo de F1 en 2008.
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Tras parar, Massa seguía primero y Hamilton había caído a la quinta plaza, rodando detrás de Glock, aunque el resultado le servía. Sin embargo, un jovencísimo Sebastian Vettel, montado en su Toro Rosso, le superó en pista a falta de tres vueltas, aupando a Massa a ese ansiado título mundial. El destino, o la mala suerte, se cebaron con el brasileño en su propia casa, ya que, mientras todo su box comenzaba a celebrar, la estrategia de los Toyota saltaba en pedazos cuando tanto Vettel como Hamilton, que regresaba a esa providencial quinta plaza, adelantaban a Glock en la última curva del circuito.

Hamilton se proclamó por primera vez campeón mundial, el más joven hasta aquel momento, y Brasil lloró la ocasión perdida para ver de nuevo un campeón del mundo de F1 brasileño, desde que lo hiciera Ayrton Senna en 1991. Glock pasó a ser leyenda negra en Brasil, y Hamilton se convirtió en el enemigo público número 1 de la afición brasileña durante años.

Redención y 'master class' en honor a su ídolo Senna.

No obstante, más de una década después, el propio Hamilton, un enamorado de la cultura brasileña, demostró a la ‘torcida’ automovilística su amor por su país con una de las mejores actuaciones que se recuerdan en un circuito de Fórmula 1. En plena pelea con Max Verstappen por el mundial de 2021, que acabaría en manos del neerlandés, Hamilton llegaba al Autódromo José Arce con 19 puntos de desventaja frente a Max y con una penalización de 5 puestos en parrilla por cambiar el motor de su monoplaza.

El fin de semana comenzó a complicarse para el piloto británico cuando sufrió una nueva sanción en los libres 3, al quedar descalificado en la clasificación para la carrera al ‘sprint’ del sábado por un problema con su sistema DRS, condenándole a remontar desde la última posición. Y vaya si lo hizo.

Ayrton Senna celebra en el podio del GP de Brasil, 1991.
Ayrton Senna celebra en el podio del GP de Brasil, 1991.
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Hamilton y su bólido fueron capaces de salir de la última plaza de la parrilla en la carrera clasificatoria, y en un alarde de capacidad y de calidad, se colocó en cuarta posición. La carrera del domingo la comenzó desde el puesto décimo tras las sanciones, y la acabó ganando después de dar una clase magistral de pilotaje sobre el asfalto brasileño, inspirado por el casco homenaje que lució en honor a su ídolo de la infancia.

No contento con ello, el nuevo ciudadano de honor de Brasil se ganó el corazón de los brasileños y su nueva condición al posar, casco incluido, con una bandera de Brasil a sus espaldas, imitando la icónica celebración del astro Senna sobre su monoplaza, acabando con la animadversión que grandes personajes brasileños como Nelson Piquet, también campeón del mundo, le demostraron durante los años anteriores, y cimentando aún más su leyenda en una tierra que, a partir de hoy, también es su hogar.

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