El adiós de Piqué, razones y motivos: crónica de un retiro anunciado

Piqué, tras encajar el segundo gol ante el Inter.
Piqué, tras encajar el segundo gol ante el Inter.
EFE
Piqué, tras encajar el segundo gol ante el Inter.

El retiro de Gerard Piqué no ha dejado indiferente a nadie, como suele suceder con cualquier asunto en el que esté involucrado el central catalán del Barcelona, y son muchas las razones que unos y otros han ido esgrimiendo para intentar explicar las verdaderas motivaciones de la inesperada decisión: centrarse en su carrera en el mundo empresarial, preparar su candidatura a la presidencia del Barcelona, o hacerle (y hacerse) un favor al club (deportiva y económicamente) y a su leyenda, sabiendo que su nivel deportivo venía decayendo en los últimos años, mientras la crítica a su figura, incluso entre los suyos, iba creciendo.

Es posible escoger diversos momentos puntuales en la historia futbolística reciente de Piqué para entender cómo ha ido gestándose esta decisión en la más profunda y secreta intimidad. Sus palabras tras el 2-8 contra el Bayern en 2020, sus polémicas internas con el club a nivel disciplinar, salarial y de compromiso, o sus polémicas externas (los audios con Rubiales, sus negocios con la RFEF por la Supercopa de España en Arabia Saudí, y su vinculación a la nueva Ley del Deporte) y personales (su infidelidad y divorcio con Shakira).

Sin embargo, ninguno de esos aspectos posee por sí mismo la capacidad de poder acabar con el combustible de un jugador y de un personaje público tan polarizado que ya solo lo alimentaba su particular relación de amor - odio con el público, con su público. Por eso, si hay un momento que ha retratado definitivamente a Piqué, hasta el punto de ser la chispa que ha prendido la llama de su retiro, es la falta de compromiso que la familia blaugrana, empezando por Xavi, denunció de él y le atribuyó tras el fracaso del Barça en Champions, ante su público, en aquel partido contra el Inter (3-3), donde se viralizó la imagen del central pidiendo calma con excesiva pasividad ante un centro que acabó convirtiendo en gol Barella.

srgvrgbvrg
Piqué ordena dejar pasar un balón que Barella transformó en gol para el Inter.

El fatídico partido ante el Inter de Milán, el desencadenante

El propio Piqué parece reconocer en su vídeo de despedida, que comienza con diversas frases de periodistas deportivos criticando su nivel futbolístico y su compromiso con el Barça, que esas salvajes críticas que ha venido sufriendo desde aquel partido maldito para él, tanto por parte de aficionados como de la prensa, con la que nunca ha tenido buena relación, han sido el primer y principal detonante de su retirada, y habrían adelantado una decisión que, como hemos explicado, tiene otras motivaciones detrás (la presidencia) que dependen precisamente de su relación con el público de Can Barça.

Aunque Kylian Mbappé se encargó con su velocidad y explosividad de retratar por completo lo poco que quedaba en 2021 del enorme nivel deportivo de uno de los mejores centrales de la historia española, Piqué ha venido dejando muestras de su agotamiento como futbolista de élite desde entonces, a pesar de resistirse al paso del tiempo y de manifestar siempre su voluntad de permanecer hasta 2024 en el Barça, y el partido del Inter fue la confirmación inapelable. 

Tras su paupérrima actuación ante el equipo nerazurri, Xavi Hernández, otrora amigo e inseparable compañero de vestuario de Piqué, fue el primero en señalarle por la derrota en su condición de entrenador, con sus declaraciones post partido: “Hemos cometido errores muy graves en defensa”. Unos días después de aquello, además, el entrenador del Barça castigó al central y le dejó completamente fuera del “Clásico”, donde no disputó ni un solo minuto a pesar de que la defensa blaugrana se encontraba aún en cuadro por diversas lesiones.

Piqué intenta detener a la desesperada a Kylian Mbappé.
Piqué intenta detener a la desesperada a Kylian Mbappé.
20minutos

Dar un paso atrás… para coger impulso en la carrera presidencial del Barça

Sumado a la crítica dentro del propio vestuario, Piqué recibió sonoras pitadas por parte del respetable del Camp Nou cada vez que volvió a saltar al césped de la ciudad condal, como sucedió frente al Villarreal, haciéndole saber que su actitud dentro del campo, unida a su empeño por cumplir el millonario contrato que firmó con Bartomeu (ahora parece que renunciará al dinero que le falta por cobrar), no son precisamente del agrado del público azulgrana, cuya advertencia hacia Piqué parece que ha influido en su elección de retirarse sin previo aviso a mitad de temporada.

Desde el partido del Inter, toda esa vorágine de opiniones en contra del defensa, procedentes del cuerpo técnico blaugrana, de sus propios aficionados, de periodistas especializados y de la opinión pública y las redes sociales, criticando su rendimiento y sus actitudes dentro y fuera de los terrenos de juego, ha ido aumentando hasta culminar en una “jubilación anticipada”, premeditada como todo lo que hace Piqué, pero precipitada por la vital importancia del cariño y el calor del público culé de cara a una futura candidatura presidencial

Piqué, consciente de su bajo rendimiento y poco amigo de la crítica, solo se ha visto en la obligación de anunciar una decisión que seguramente lleve tomada un buen tiempo, para reducir el impacto negativo de toda la crítica en su imagen y minimizar daños, antes de que toda la opinión pública, sobre todo la barcelonista, termine por repudiarle definitivamente. Porque una retirada a tiempo, como se dice popularmente, es una victoria.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento