Carolina Marín perdió este domingo ante la china He Bing Jiao en una final del Abierto de Francia, disputado en París, resuelta en tres mangas y una hora y 16 minutos de épica lucha. Sin embargo, y pese a la derrota, el gran nivel mostrado por la española durante el torneo, en el que volvió a una final 19 meses después, es un gran síntoma y una esperanza para el futuro de la onubense.
La campeona olímpica, tres veces campeona del mundo y en seis ocasiones de Europa, había ganado a He en siete de los ocho anteriores enfrentamientos, pero esta vez la suerte sonrió a la china, que ganó con remontada por 16-21, 21-9 y 22-20.
La primera manga fue muy igualada y con un intercambio de golpes hasta que, desde el 16-16, Marín tomó la iniciativa para ganar los cinco siguientes puntos hasta cerrarla con el 21-16.
He reaccionó en el segundo capítulo, en el que se adelantó pronto con un parcial de arranque de 0-7 que fue una losa para la onubense, que no tuvo opción de cerrar el partido en una manga que acabó con un rotundo 9-21 para la china.
En el set decisivo, He arrancó con fuerza y llegó a mandar en el electrónico hasta por siete puntos de margen (4-11), pero Marín tiró de casta hasta empatar 12-12. Desde ahí el duelo empezó a tomar tintes épicos, con continuas alternativas.
Marín, que volvía a una final del Circuito Mundial 19 meses después de la última, salvó una bola de partido con 19-20, pero a la segunda ya no pudo con su rival, que se llevó el set y el partido con un 20-22
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios