El Espanyol y el Rayo Vallecano han terminado este martes con uno de los culebrones más sonados del fin de mercado de fichajes en España, eso sí, con casi dos semanas de retraso: el caso Raúl de Tomás. El futbolista madrileño ha encontrado finalmente una salida a la tensa situación que vivía en Cornellà, de donde se ha despedido con una dura carta en la que explica su versión de los hechos que le han llevado a tomar la drástica decisión.

Hasta el momento todo había sido silencio por todas las partes implicadas, aunque tanto el club, como el jugador, como la destacada ausencia del goleador en el terreno de juego dejaban entrever la voluntad del ariete de salir. Ahora, una vez confirmando, el excanterano del Real Madrid se ha expresado con contundencia, señalando a los supuestos responsables de su ruptura con el club perico.

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En el comunicado publicado en las redes sociales, el futbolista comienza con un primer punto en el que muestra su agradecimiento a "la mayoría de los estamentos" del club, entre ellos la afición, compañeros y trabajadores. También, reitera su compromiso y entrega por el equipo, recordando los momentos más duros tras el descenso y la vuelta a Primera División.

A partir de ese mismo párrafo, el ariete empieza a señalar a aquellos que, según él, "se han aprovechado" de su silencio para "engrandercer sus intereses personalistas de manera ruin y cobarde". De Tomás apunta directamente a "una campaña desproporcionada de ataques personales" y un uso interesado de la situación para "tapar una gestión directiva desafortunada".

En un segundo párrafo, el ya futbolista del Rayo apunta directamente a dos nombres, al del entrenador Diego Martínez y al del director deportivo Domingo Catoira. "Ellos tendrán sus razones, para haberme arrinconado e infravalorado, aunque no las vaya a cuestionar públicamente", escribe, antes de expresar que espera la comprensión de ambos para "buscar una salida digna".

"Ellos tendrán sus razones, para haberme arrinconado e infravalorado, aunque no las vaya a cuestionar públicamente"

A continuación dedica un tercer párrafo a la prensa, a la que alaba antes de dirigirse concretamente al periodista Alberto Martínez, del diario As, quien según el futbolista contravino "las normas éticas de su oficio" y "difundió falsedad tras falsedad". 

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"Prefiero creer que todo ha sido un momento desafortunado y estaría dispuesto a pasar página con una petición pública de disculpas, porque pública también ha sido la ofensa. En caso contrario, haré uso de los procedimientos legales que me amparan", espeta directamente al redactor deportivo.

Por último, el jugador cerró su carta lamentando haber tenido que difundir la carta: "Nada me hubiera gustado más que no haber tenido que difundir este comunicado y centrarme únicamente en jugar al fútbol". Y también reiteró, a pesar de los acontecimientos, su amor al club, declarando que siempre sentirá "perico hasta la médula".