Alcaraz alcanza el primer escalón hacia el Olimpo y presenta su candidatura para ser el mejor de la historia: "Estoy hambriento"

Carlos Alcaraz junto al trofeo de campeón del US Open
Carlos Alcaraz junto al trofeo de campeón del US Open
EP
Carlos Alcaraz junto al trofeo de campeón del US Open

Nadie en la historia del tenis presentó tan pronto su candidatura a convertirse en el mejor jugador de todos los tiempos, con 19 años, 4 meses y 6 días lo hizo el domingo Carlos Alcaraz, en un US Open que tan solo es el primer escalón hacia su gran objetivo: convertirse en el mejor tenista que la historia vio jamás.

Tres horas y veinte minutos de lucha, cuatro sets en los que el noruego Casper Ruud y Carlos protagonizaron uno de los partidos del siglo, y un final que solo estaba al alcance del elegido, el mismo en el que Juan Carlos Ferrero vio algo distinto.

Lo que pasó a la caída del sol en la Arthur Ashe fue un sueño para el murciano, para su equipo, para su familia y para los millones de personas que vibraron frente a la pantalla viendo el primer grande de un español después de los 22 del todavía mejor jugador de la historia, Rafa Nadal. En el azul de la central del Billie Jean King National Tennis Center, y en el brillante confeti que sobre él quedó tendido permanecerá para siempre el recuerdo borroso de todos, pero el tenis, como dice Nadal, nada tiene que ver con lo que quedó atrás.

Esta filosofía la sigue a rajatabla el llamado a ser su sucesor, que ayer lunes saboreó la resaca mirando ya hacia adelante, hacia la próxima meta a la que llegará ya como máximo favorito: «Obviamente estoy hambriento, quiero estar al máximo durante muchas semanas, muchos años, voy a trabajar duro, voy a luchar para tener más».

Así, Alcaraz despertó ayer en Nueva York en medio de un tornado provocado por él mismo en el que todos los titulares apuntaban en la misma dirección: el fin del 'Big Three' y la llegada del 'Big Alcaraz'. Sin embargo, él, con la misma frialdad mental que en la pista, acalló a las voces más apasionadas que lo colocan en la misma mesa de los tres dominadores del circuito de las últimas dos décadas: «No quiero compararme con ellos, pero es algo que admiro y que todo el mundo quiere llegar a ser. Voy a intentar parecerme aunque sea una pequeña parte a ellos», sentenció para dejar de hablar un hito que quiere demostrar en la pista y no tras los micrófonos.

Y es que, en el fondo, sabe que él es el elegido para superar a sus ídolos. Una certeza confirmada por quien más lo conoce tenísticamente hablando, su entrenador y amigo, el exjugador y el exnúmero uno Juan Carlos Ferrero que tras el estallido de júbilo de la grada volvió a dejar escapar unas lágrimas de emoción: «Está al 60 % de su potencial», señaló el encargado de pulir el diamante en bruto que se encontró hace apenas siete años.

Más allá de la victoria, la gasolina que alimenta las expectativas en una carrera superlativa fue el cómo se produjo, pues el español acabó sometiendo al noruego en un partido muy complicado. Ahí parece estar la diferencia entre los buenos jugadores y los mejores, ganar a los rivales más duros incluso siendo consciente de estar por debajo, esa esencia, la que desprende el ‘Big three’, es la que posee Carlos.

Está al 60 % de su potencial

A partir de ahora solo el destino sabe lo que le depara a Alcaraz. A Federer le llegó su Nadal, a Nadal, su Djokovic... y aunque todavía no parece haber rival para el murciano, este puede aparecer en cualquier momento. En todo caso, Carlos ya ha entrado en la historia y ahora solo debe seguir subiendo hacia el Olimpo.

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