Madurez y una remontada para fantasear. España vivió una ilusionante noche de trabajo en el Berlín Arena y consiguió eliminar en octavos de final del Eurobasket a una densa Lituania. Toda una lección de fe y constancia, que tuvo que alargarse hasta la prórroga (102-94) para decantarse y que podría servir de libro de estilo para futuras gestas.
Los de Scariolo supieron rehacer en los minutos finales un guion que tenían mal escrito y en el que no se percibía inspiración. Sudó, se replegó y aclaró las ideas bajo la batuta de Lorenzo Brown cuando todo estaba perdido y cuando tocaba empezar a ganarlo. El base del Maccabi, nacionalizado recientemente, no empezó bien y vivió incómodo la primera mitad del choque ante el muro lituano, pero su talento acabó rebosando y dejó unos números sobresalientes: 28 de valoración, 28 puntos, 3 rebotes, 8 asistencias y 2 robos.
Tocó remar desde el principio. Con Willy Hernángomez (anotando y anulando a Valanciunas) y con los puntos y la intensidad de Rudy, España se mantuvo de pie entre muchas dudas. El juego era raro, sin fluidez en ambos equipos. Lituania vivía de Kuzminskas y Jokubaitis, que rápidamente cedieron protagonismo a Sabonis cuando las faltas empezaron a mermar la capacidad defensiva de España, lo que permitió a los de Kazys Maksvytis irse al descanso con una renta de 5 puntos(40-45).
La situación empeoró tras el descanso. Sabonis se fijó como referencia en ataque y España perdió la orientación con el balón en las manos. Tampoco encontraba un pilar más allá de pequeños destellos de Juancho, Brizuela y Díaz, por lo que la renta de Lituania se fue a los 11 puntos.
Fue quizás el momento que necesitó España: un bofetón de realidad y un tiempo muerto de Scariolo cuando peor pintaba todo. Allí apareció la claridad, cinco puntos consecutivos de Rudy en ataque y su veteranía en defensa, para reactivar el balance que tan buenos resultados dio en la primera fase. Garuba empezó a pedir el balón y esa congregación de actores sirvió de lanzadera para Lorenzo Brown en los compases finales del último cuarto.
La agonía desapareció y el balón empezó a pesar a Kuzminskas y Lekavicius, los últimos supervivientes lituanos que veían a España situarse por delante en el marcador cuando quedaban apenas 15 segundos. Pero un palmeo inexplicable de Brazdeikis -el único que siguió dando guerra hasta el final (hizo 17 puntos)- con el tiempo casi cumplido, mandó el partido a la prórroga (83-83).
Entonces sí desaparecieron las dudas. El balón pasó a ser de Brown, que deshizo a su antojo, y España instauró una renta mínima de tres para sentenciar la prórroga y el pase a cuartos. Ahora toca soñar otra vez y seguir creyendo en un grupo de jóvenes que empieza a tener cosas de gente muy mayor.
Ficha técnica:
102 - España: Brown (28), Jaime Fernández (-), López-Arostegui (4), Pradilla (2), Willy Hernangómez (21) -cinco inicial-, Rudy Fernández (13), Juancho Hernangómez (13), Díaz (8), Brizuela (5), Garuba (8), Parra (-), y Saiz (-).
94 - Lituania: Jokubaitis (13), Grigonis (8), Giedraitis (-), Valanciunas (5), Sabonis (15) -cinco inicial-, Brazdeikis (17), Butkevicius (3), Kuzminskas (18), Lekavicius (15) y Echodas (-).
Parciales: 19-20, 21-25, 23-23, 20-15 y 19-11.
Árbitros: Yohan Rosso (Fra), Ademir Zurapovic (Bos) y Aleksandar Glisic (Ser). Eliminados por faltas personales Butkevicius (min. 36) y Brazdeikis (min. 34).
Pabellón: Eurobasket Arena Berlin.
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