Dennis Rodman, legendario exjugador de la NBA, puede terminar siendo clave en el 'caso Brittney Griner', el escándalo de la baloncestista estadounidense detenida en Rusia donde ha sido condenada a nueve años de cárcel por posesión de drogas.

La situación de la jugadora ha tensado aún más la cuerda entre Estados Unidos y el país presidido por Putin, ya de por sí en posiciones opuestas históricamente y con un importante agravante desde que estalló la guerra de Ucrania.

Y ahí es donde entra el cinco veces campeón de la NBA con los Bulls: en los últimos años, el siempre pintoresco Rodman se ha labrado una particular reputación como diplomático oficioso de Estados Unidos.

Muy conocida es su buena relación con el líder de Corea del Sur, el dictador Kim Jong Un, de cuya amistad ha alardeado el exjugador en más de una ocasión.

Ahora, Rodman quiere hacer gala de esos contactos internacionales y acudir a Rusia para intermediar en la liberación de Grinner: "Conozco muy bien a Putin", aseguró el que es uno de los ala-pívots más extraordinarios de la historia de la NBA.

"Tengo permiso para ir a Rusia a ayudar a esa chica y espero poder ir esta semana", aseguró, en declaraciones a la NBC. 

Pese a que desde Estados Unidos han pedido encarecidamente a sus ciudadanos que no viajen a Rusia por el actual contexto internacional de guerra, Rodman quiere seguir en su línea de mediador internacional y tratar de liberar a Grinner, quien fue detenida el pasado mes de febrero por portar consigo dos cartuchos de vapeo con aceite de cannabis y posteriormente condenada a nueve años de prisión.

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