Durante los meses de verano los futbolistas aprovechan para disfrutar de sus vacaciones, tomarse un respiro de la dura temporada y cargar las pilas para la siguiente. Y tras la desconexión toca volver a coger el ritmo y esa suele ser la peor parte. 

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Y si no, que se lo digan al Tottenham. El conjunto inglés se ha desplazado hasta Corea del Sur para realizar la pretemporada e ir dando recuperando la forma física para la extensa temporada que espera a los futbolistas del equipo londinense. 

A las órdenes del siempre exigente Antonio Conte, los jugadores sufrieron un exhaustivo entrenamiento, que fue tan duro que pasó factura a varios de ellos. Destacando a sus dos grandes figuras: Harry Kane y Heung-Min Son.

El delantero inglés acabó tan agotado la sesión física que acabó vomitando en la parte lateral del campo, acusando los ejercicios del preparador físico del club.

Tampoco lo pasó nada bien Son, el surcoreano sufrió de lo lindo tras recorrer los 42 largos al campo que les obligó a realizar el técnico italiano. Unas condiciones a alta temperatura que acabaron con el futbolista desplomado en el césped, con visibles gestos de agotamiento. 

Un duro regreso al trabajo que a punto ha estado de costarle más de un disgusto a alguno de los futbolistas del Tottenham, que ha exprimido gracias a Conte a todos para llevar a cabo una preparación importante de cara al comienzo de la temporada.