Salma Paralluelo se ha convertido en el cuarto fichaje del Barcelona femenino para la próxima temporada, tras las incorporaciones de Nuria Rábano, Geyse Ferreira y Lucy Bronze. La delantera ha dejado el Villarreal, club con el que la había fichado no solo como futbolista sino también como atleta para el Playas de Castellón.

Y es que el caso de la deportista de 18 años es muy especial. Tan buena con el balón en los pies como atleta, tiene talento y potencial para ambos deportes y ya desde hace años ha sido objeto de muchos debates. 

Experta en 400 metros, la velocista zaragozana ha ido compaginando ambos deportes hasta que ahora se ha visto obligada a elegir. Recientemente acababa de ser seleccionada por Jorge Vilda para disputar la Eurocopa femenina con la absoluta de España, pero una lesión de última hora le dejó fuera de la cita en Inglaterra. Este duro varapalo llegó justo antes de que el Barcelona la fichara.

Salma Paralluelo, la gran apuesta de Vilda, se pierde la Eurocopa a última hora por lesión

¿Atletismo o fútbol? Gana la pelota

Todo apunta a que su fichaje por el Barcelona conlleva que Paralluelo se decante definitivamente por el fútbol, pero el club blaugrana también tiene una potente sección de atletismo en la que podría seguir compaginando. No en vano, campeonas como la mismísima Yulimar Rojas, campeona mundial y olímpica de triple salto, defiende los colores culés.

La foto elegida por el Barça para anunciar su fichaje tampoco resuelve la duda: aparece con la equipación del equipo de fútbol, pero la posición es la de salida de tacos de una carrera.

En su carta de despedida del Villarreal, Paralluelo agradece la apuesta que hicieron por ella hace tres años, pero no se moja en concreto, está claro que no renuncia al fútbol en ningún caso. 

"Solo tengo palabras de agradecimiento y orgullo hacia las personas que forman parte de este club. Por darme la oportunidad de llegar y hacer que me salten las lágrimas al tenerme que ir. En vosotros he encontrado una familia. Muchas personas que han puesto su cariño y dedicación hacia mi, sea con palabras, gestos o el día a día en el trabajo. Gracias por dármelo todo. Es una suerte haber estado creciendo aquí, dejarme enseñar y cuidar por vosotros ha sido un gran acierto. Me llevaré todo lo recorrido y procuraré seguir haciendo sentir orgullosos a esas personas que siempre han confiado en mi. A todas mis compañeras, habéis hecho muy fácil ser feliz aquí. Desde mi primer año hasta el último, gracias. Siempre os recordaré como mi casa", escribe.